?Son sostenibles las areas protegidas? Biorentas y eficiencia del gasto.
Jurisdicción | Costa Rica |
Autor | |
Fecha | 01 Enero 2008 |
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INTRODUCIENDO CONCEPTOS: LA ECONOMÍA DE ÁREAS PROTEGIDAS
Nunca ha estado el planeta Tierra tan amenazado en sus balances naturales globales y locales. El calentamiento global, la desestabilización de las interacciones océano-tierra-atmósfera, la desaparición acelerada de especies y ecosistemas, la intensificación de desastres, los procesos de urbanización, producción y contaminación de agua dulce; la contaminación del aire, los procesos acelerados de erosión son tan solo unos pocos ejemplos. Este no es un simple argumento fatalista del tipo maltusiano; que no considera las posibilidades tecnológicas y alguna limitada sustitución del capital físico y la tecnología por el capital natural.
La siguiente era del planeta, pende sobre la capacidad para balancear los últimos reductos de recursos naturales y áreas protegidas que permiten la generación de biobeneficios a través funciones en el ecosistema a escala global y local, con las necesidades de consumo y producción del planeta. Esto sin duda alguna, ha sido enfatizado en reuniones mundiales de especialistas, como las del Panel Intergubernamental de Cambio Climático de Naciones Unidas (IPCC, 2007), estudios económicos, etc.
Por tal razón, es difícil aceptar que la teoría económica no haya popularizado más intensamente sus desarrollos en economía de recursos naturales y economía ambiental. Aún abundan los textos, donde implícitamente se asumen recursos libres, como el régimen hídrico, el aire y la dinámica de radicación solar, y las funciones de producción "típicas" explicitan sólo el capital físico, el trabajo y cuándo mucho la tierra, como medio de cultivo. Sin embargo, cada día es más frecuente observar que en realidad se trata de factores productivos determinantes. Por ejemplo, el inicio y término de temporadas lluviosas, la cantidad de precipitación, las temporadas secas, están sufriendo alteraciones en lo local, debido a variaciones en el clima global, con importantes pérdidas económicas para los productores.
Los conceptos que a continuación expongo, son simples desde el punto de vista de económica, y en esa sencillez reside una profunda capacidad para explicar la situación que enfrentan las áreas protegidas del planeta. Después de haber estado trabajando por cerca dos décadas de investigar y trabajar por la consolidación del las áreas silvestres protegidas en Costa Rica y la región, busco agregar elementos conceptuales a una rama que ya es vital para la estabilidad y supervivencia (biológica, social y económica) global del planeta, como as áreas protegidas g las inter-relaciones económica, biológicas g sociales que las gobiernan. Este apartado ofrece un marco teórico económico de las áreas protegidas.
En teoría económica la función de ganancia no es más que la diferencia entre ingresos y costos económicos, la cual depende de los precios los bienes, servicios y de los factores productivos. En el caso ordinario, los factores productivos son el recurso gerencial, el trabajo, el capital y la tierra. En condiciones de competencia perfecta, la teoría neoclásica conduce al resultado de beneficios normales, y por ende los factores reciben su costo de oportunidad, la empresa y la industria, opera en el largo plazo en el tamaño de planta óptimo (costos mínimos medios mínimos de largo plazo iguales a los marginales de largo plazo y corto plazo).
El capital óptimo, en ese contexto obtiene una retribución que se denomina renta del capital, y la tierra la renta de la tierra, en el sentido clásico ricardiano, este último como un factor que después de ser "preparado" queda apto para su utilización: Por ejemplo en el sector agropecuario, construcción, etc. En ese sentido, Guess, G., (1979) señaló que durante la década del sesenta en Costa Rica "la expansión de pastos g deforestación proceden a una tasa simultánea. En la búsqueda por tierras arables los campesinos que practican el traslado de cultivo contribuyendo naturalmente, al aumento de la tasa de deforestación -...- Dado que la deforestación raramente es acompañada por replante, en el largo plazo la erosión probablemente destruirá la capacidad productiva de la tierra".
Ese proceso de preparación de la tierra en este país, se desarrolló a través de hacha y fuego con objeto de minimizar la inversión en el "mejoramiento" de la tierra que era necesario para reclamar su tenencia. "En la frontera no fue rentable ni posible extraer y vender grandes volúmenes de madera. Más del 90% fue convertida en humo o se descompuso en el suelo" (TSC y WRI, 1991). Esa hoguera estaba también atizada por las ya altas tasas sociales de descuento (impaciencia) que no estimulaban el "almacenamiento" de los almacenar bosques primarios (ya considerados sin valor alguno) para rentabilizarlos en los periodos futuros.
Lo anterior, generó en Costa Rica una gran paradoja: Por un lado, la eliminación de la gran mayoría del bosque primario (fuera de áreas protegidas), durante la década de los cincuentas, sesentas y setentas que hizo merecedor a este país de una de las mayores tasas de deforestación del planeta (Adamson, 1997) y por otro lado, como respuesta a esa acelerada degradación natural, surgieron las áreas protegidas, como reductos de conservación, las cuales actualmente representan más de un cuarto del territorio de esa nación. (1) Esto permite que ese país actualmente se ubique en lugares prioritarios de una corta lista de una veintena de países con la mayor intensidad de áreas protegidas por Km (2).
[GRÁFICO 1 OMITIR]
Esta situación paradójica prevalece aún hoy casi al finalizar la primera década del tercer milenio. Esto a pesar de que se asocie la reciente recuperación del bosque secundario (regeneración de charrales y tacotales) como resultado del programa utilizado por el Gobierno para internalizar los beneficios del bosque y de su conservación denominado Pago por Servicio Ambientales (PSA). Sin embargo, Adamson (2005) indicó que esa recuperación responde fundamentalmente a una larga temporada de bajos precios relativos de bienes agropecuarios y de la carne. Los dueños de bosques (plantaciones o primarios) así como de áreas en regeneración han reclamado el PSA, como mecanismo de aprovechar la existencia de dicho pago simbólico por hectárea, a pesar de que este dista de cubrir el costo de oportunidad de una hectárea dedicada a la producción agropecuaria.
Es de esperar que con el reciente incremento en precios de los bienes agropecuarios, esas áreas de nuevo serán "preparadas" para esa producción. Adicionalmente, Adamson (op cit.) encontró que el PSA resultó ser regresivo en términos distributivos, mostrando una importante concentración del pago en unos pocos "latifundistas ambientalistas" que han percibido y concentrado el grueso del PSA, el cual es financiado con recursos provenientes del impuesto selectivo a los hidrocarburos, que pagan todos los usuarios del transporte (privado y público) y a través del servicio y pago de deuda pública externa adquirida con tal propósito.
En relación con esta paradójica situación de uso del suelo en Costa Rica, conviene hacer dos preguntas básicas:
* ¿Por qué enfrentar los costos económicos (oportunidad) de las áreas silvestres protegidas?; y
* ¿Por qué en las cercanías de algunas áreas protegidas como parques nacionales o áreas silvestres protegidas, se tiende a concentrar la industria y los servicios turísticos? Ejemplos para Costa Rica pueden ser la concentración turística en áreas como el Parque Nacional Manuel Antonio, en el Parque Nacional Marino las Baulas y Playa Tamarindo, o incluso aún en áreas de alto riesgo como cercanías del Volcán Arenal, para citar tan solo unos pocos ejemplos.
La primera respuesta parece evidente; pero en realidad no lo es tanto. Efectivamente, en términos económicos, las autoridades han asumido que los biobeneficios económicos generados por las áreas protegidas superan los costos económicos, y por tanto que la bioganancias netas son positivas. Esto significa en teoría de bienestar, que el país está en una mejor posición al conservar estas áreas y con ellas su acervo en biodiversidad que el no hacerlo. (3)
No es tan evidente la respuesta, cuando se considera que la frontera de uso del suelo nacional está agotada. Aún para la reforestación de bosque, Costa Rica no cuenta con muchos más grados de libertad. Las áreas de cultivo permanente y temporales tampoco disponen de tierras aptas para ampliar significativamente su producción y más recientemente estos compiten con usos alternativos del suelo con altos costos de oportunidad, como el de bienes raíces en áreas que fueron rurales y hoy se han "internacionalizado" por el turismo.
Además, estudios (MINAS-PNUD, 2007) han mostrado que actualmente hay importantes barreras para la efectiva conservación de estas áreas, y se aduce que en algunas ya presentan evidencias de insostenibilidad biológica. El Estado aún adeuda una importante cantidad de tierras a sus dueños originales que fueron expropiados de sus terrenos para declarados como parques nacionales; y que no pocas de estas áreas protegidas no pasan de serlo más que el decreto que las creó.
El objetivo tampoco debería ser buscar cumplir una mera meta de área a conservar en el país; sino la efectividad de la conservación. En ese sentido, estudios recientes (GRUAS II, 2007) señalan que hay sub representatividad de macro ecosistemas, sobre representación de algunos micro ecosistemas, y también fragilidad en otra gran mayoría por estar conformados por "parches" de áreas silvestres protegidas relativamente con poca interacción ecosistémica. Incluso hay recomendaciones que abogan por incrementar el área de las categorías de Parques Nacionales y Reservas Biológicas para fortalecer la viabilidad de su biodiversidad (op cit.).
La creación de algunas reservas ha implicado importante desembolsos financieros al país, los procesos de expropiación de propiedades privadas incluso han sido tema de discusión diplomática sobre la estabilidad de los derechos de propiedad de...
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