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ASAMBLEA LEGISLATIVA DE LA REPÚBLICA DE COSTA RICA

PROYECTO DE LEY

DECLARATORIA DE BENEMERITAZGO DE LA IMPRENTA NACIONAL

MARIO CASTILLO MÉNDEZ

Y OTRO SEÑOR DIPUTADO

Y OTRA SEÑORA DIPUTADA

EXPEDIENTE N.º 22.703

DEPARTAMENTO DE SERVICIOS PARLAMENTARIOS

UNIDAD DE PROYECTOS, EXPEDIENTES Y LEYES

NOTA: A solicitud de parte interesada, este Departamento no realizó la revisión de errores formales, materiales e idiomáticos que pueda tener este proyecto de ley.


PROYECTO DE LEY

DECLARATORIA DE BENEMERITAZGO DE LA IMPRENTA NACIONAL

Expediente N.° 22.703

ASAMBLEA LEGISLATIVA:

La Imprenta Nacional es el garante de las publicaciones del Estado costarricense, jugando un papel importante en el principio de publicidad de la Ley. Es la responsable de las impresiones gráficas que requieran las instituciones, cumpliendo así con un fin social para la sociedad costarricense.

La Imprenta Nacional ha cumplido con éxito su labor desde 1835, contribuyendo a la cultura, la educación y la ley, participando activamente en el desarrollo de la República de Costa Rica.

Los comienzos de la imprenta del Estado costarricense se remontan a los meses de setiembre y octubre de 1835, época en que se vivió la llamada Guerra de la Liga, que consistió en una alianza entre las ciudades de Cartago, Heredia y Alajuela, para combatir la hegemonía de la ciudad de San José.

Al finalizar este conflicto, que culminó con la victoria de San José como capital del país y como consecuencia del enfrentamiento armado, el Lic. Don Braulio Carrillo Colina, Jefe Supremo del Estado, ordenó abrir un riguroso proceso contra los principales implicados, entre los cuales estaba don Joaquín Bernardo Calvo, propietario de la Imprenta de la Merced.

De esta manera, el 18 de octubre de 1835, el Ministro General de San José, Anselmo Sancho, ordenó al Jefe Político de San José, proceder al embargo de los bienes de don Joaquín Bernardo Calvo, para ello se realizó un avalúo y se determinó fijar el monto de su deuda con el Estado en mil quinientos cuarenta y dos pesos con seis reales. Fue entonces cuando el Estado decidió adquirir por el valor señalado la Imprenta de la Merced, entre otras disposiciones.

Por tanto, se puede concluir que la adquisición de la primera Imprenta del Estado, vino a ser consecuencia inevitable de la expropiación que se hizo de los bienes de don Joaquín Bernardo Calvo, cómplice y cabecilla de la Guerra de la Liga. En consecuencia, para el establecimiento de la Imprenta del Estado, no medió ninguna disposición legislativa, sino la incautación de una ya existente, como una especie de botín revolucionario. Por ello, se ha hecho difícil saber cuál fue la fecha precisa de la fundación de la Imprenta Nacional. De acuerdo con el historiador Carlos Meléndez podría establecerse como tal el día en que se realizó el embargo, el 19 de noviembre de 1835.

La adquisición de la Imprenta por parte del Gobierno fue fundamental, entendiendo que ésta representaba un instrumento de mucho valor para la proyección institucional en momentos de inestabilidad política.

La imprenta, desde su creación ha representado un instrumento fundamental para la participación, comunicación y educación de los seres humanos, así como un medio formador de la opinión pública y baluarte de la libertad de expresión, de manera que, estos fueron los ideales del Estado costarricense para fundar su propia imprenta.

De esta forma el Gobierno, en aras de mejorar su propia imprenta, se encargó durante gran parte del siglo XIX, a mejorar la maquinaria y materiales para enriquecer los servicios que esta institución daba a la ciudadanía.

Durante los primeros años se llamó la Imprenta del Estado, luego el 31 de agosto de 1848, el Dr. José María Castro Madriz decretó la separación del Estado de la Federación Centroamericana. Esta circunstancia llevó a la adopción del sistema republicano, y por ende, la imprenta adoptó el nuevo nombre de la Imprenta de la República, al menos desde fines de 1848 hasta 1853. Posteriormente comienza a cobrar fuerza el nombre de Imprenta Nacional, aunque de vez en cuando se hablaba de Tipografía Nacional.

Al principio la imprenta estatal dependía directamente del Ministerio de Hacienda, pero el 26 de julio de 1881 se dio un nuevo Reglamento Interior para la Imprenta, en el cual se dispuso que se ubicara la Imprenta Nacional dentro de la Estructura Orgánica del Ministerio de Gobernación.

La Imprenta Nacional y el Diario Oficial La Gaceta de Costa Rica siempre han estado relacionados, esto queda evidenciado en el primer reglamento aprobado para la Imprenta del Estado, que se estableció por medio de un decreto el 3 de octubre de 1846. Entre las funciones que se señalaban al Director de esa época estaba la responsabilidad de atender la impresión del periódico del Gobierno, del que era también el Director.

También ha sido la institución encargada de editar y publicar el Boletín Judicial órgano oficial del Poder Judicial de la República.

Por otro lado, la Imprenta ha publicado muchos de los libros y publicaciones educativas y culturales desde los inicios de la imprenta en Costa Rica. Tuvo a su cargo en algún momento la impresión de los billetes de lotería, etiquetas de cigarrillos y licores, los pasaportes, cuadernos para proveer al Almacén Nacional Escolar, así como las papeletas de los procesos electorales.

En cuanto al desarrollo de las artes gráficas la Imprenta Nacional siempre ha estado a la vanguardia de los cambios tecnológicos y ha sido un referente en el país en este campo. En sus primeros años se trabajó con el sistema de tipos sueltos, fotograbado, estereotipia e incluso se incursionó en la litografía. Luego a inicios del siglo XX se prensas litográficas, se incorporaron los linotipos para el levantado de los textos en plomo, este sistema perduró por muchos años, hasta que en la década de los 70 se implementaron los sistemas de fotomecánica y negativos, así como las planchas de aluminio y la impresión offset.

La institución también ha sido pionera en otras áreas, por ejemplo, tuvo el primer ensayo solidarista de un grupo de trabajadores costarricenses, ya que en 1894 se constituyó lo que se llamó el Fondo de Reserva de la Imprenta Nacional, como un fondo de préstamos personales para los empleados.

En 1906 se creó en sus talleres gráficos una Escuela de Tipografía para Mujeres, con el propósito de mejorar la condición de la mujer y proporcionarles un medio de trabajo. Un hecho sin precedentes para la época y para el área de las artes gráficas en el país.

Asimismo, antes de que existiera el Régimen de Invalidez, Vejez y Muerte, la Imprenta Nacional creó en 1920 un fondo de pensiones dedicado a los operarios pertenecientes al ramo de las artes gráficas, como una forma de estimular el esfuerzo de los empleados y retribuir el trabajo de la administración.

La institución también incursionó, de manera temprana en los movimientos sindicalistas y cooperativistas, ya que, de acuerdo con la Legislación Social de la época, en 1944, una parte de los trabajadores de la Imprenta constituyeron su propio Sindicato y en 1958 crearon la Cooperativa de Ahorro y Crédito, que al día de hoy aún existe.

En los últimos años, la Imprenta continúa a la vanguardia gracias a la digitalización del Diario Oficial La Gaceta y la implementación de la firma digital...

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