Rescatista en Cambronero: ‘Tres niños estaban solos, hechos un puño, la chiquita metida en un huequito’,

Alexander Acuña fue una de las primeras personas que logró presenciar la magnitud de la catástrofe de Cambronero. Este bombero de San Ramón recibió la alerta del incidente, pero nada lo había preparado para el golpe que se llevaría al ver la trágica escena del bus, heridos, gritos, fallecidos y tres niños abrazados en un huequito, temblando de frío sin saber qué pasaba."Nosotros éramos tres, uno se quedó en la parte de abajo con otra gente y otro compañero y yo, fuimos los que llegamos abajo abajo, ahí encontramos tres niños, una menor de cinco años, una niña y un chiquito de unos cuatro o seis años, ellos estaban ahí solos, hechos un puño, la chiquita estaba metida en un huequito ahí temblando porque estaba bastante mojado", recordó Acuña.Según recuerda, la menor estaba fracturada y estaba cerca de sufrir hipotermia, se quejaba del dolor que sentía en un brazo y la costilla, por lo que él y su compañero improvisaron una camilla con el abrigo del mayor de los niños y lograron sacarla a ella y los dos menores." Yo subí con los tres niños, porque en el momento ya la niña pequeña estaba entrando en hipotermia, entonces ocupábamos sacarla lo más rápido posible. La niña tenía un hombro y creo que la costillita golpeada, porque ella no aguantaba uno de los brazos."Entonces nosotros en lo que pudimos logramos hacer una medio camilla provisional con un abrigo que tenía el chiquito, cortamos dos palos y los pusimos ahí para que sostuvieran una parte", relató este bombero, quien asegura que el golpe emocional ha sido muy fuerte.El rescate no fue sencillo, al ser los primeros en el lugar aún no contaban con más apoyo, la lluvia no paraba, el material con lodo seguí cayendo, los heridos salían de todas partes y el terreno era tan empinado que debían gatear agarrados de las ramas."Lo de la camilla lo hicimos como en una parte más plana, dentro de lo que cabe, porque todo era empinado, después de ahí la puse en la espalda y empecé a gatear, agarrándome de los bejucos para poder lograr sacarla a la parte más accesible para caminar", cuenta.Según el rescatista, aparentemente los tres pequeños no eran familia y se habrían congregado en un punto luego de encontrarse solos tras al accidente."Cuando yo saqué a la niña yo caí en la calle por agotamiento, emocionalmente me afectó demasiado. Cuando salí y entregué a la niña a la gente de la Cruz Roja yo caí en la calle, de ahí no me puede parar más y me solté a llorar, yo me solté a llorar porque a la niña yo le...

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