AUTORIZACIÓN A LA REFINERÍA COSTARRICENSE DE PETRÓLEO PARA ADQUIRIR, TRANSPORTAR, ALMACENAR Y COMERCIALIZAR A GRANEL HIDROCARBUROS O SUS DERIVADOS BASADOS EN FUENTES DISTINTAS AL PETRÓLEO

Fecha de publicación31 Enero 2023
Número de registroIN2023711750
EmisorPoder Legislativo

AUTORIZACIÓN A LA REFINERÍA COSTARRICENSE

DE PETRÓLEO PARA ADQUIRIR, TRANSPORTAR,

ALMACENAR Y COMERCIALIZAR A GRANEL

HIDROCARBUROS O SUS DERIVADOS

BASADOS EN FUENTES DISTINTAS

AL PETRÓLEO

Expediente N.° 23.510

ASAMBLEA LEGISLATIVA:

El presente proyecto de ley tiene como propósito acoger la recomendación formulada por el señor Juan Manuel Quesada Espinoza, presidente ejecutivo de la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope), que consiste en ampliar el ámbito de acción de esta empresa pública para atender otro tipo de combustibles menos contaminantes y que vendrían a contribuir con tener una matriz más diversificada y aportar a disminuir la huella de carbono.

Como expuso el señor Quesada Espinoza en la Comisión Especial del Sector Energético Nacional[1], a Recope le corresponde por ley, -en condición de monopolio- refinar, transportar y comercializar a granel el petróleo y sus derivados[2]. Con esta iniciativa se busca autorizarlo para que además pueda adquirir, transportar, almacenar y comercializar a granel hidrocarburos, o combustibles derivados de hidrocarburos, basados en fuentes distintas del petróleo. Esta ampliación sería en condiciones de competencia[3] (no en monopolio) y dejando de forma expresa que estaría supervisada y reglada por la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos.

Frente a la pregunta sobre cuáles son los retos que tiene Recope como empresa para el futuro, el señor Quesada Espinoza explicó: “Brindar seguridad energética al país, no cabe duda. Participar activamente en la descarbonización de la economía, por medio de las actividades que nosotros llevamos a cabo. Contribuir, esto es algo nuevo, en el desarrollo de combustibles limpios, pero no haciendo, no produciendo los combustibles limpios; sino más bien, siendo el instrumento para que el sector privado los produzca y nosotros poder apoyar en su comercialización por la experiencia que tenemos, y eso es lo que está haciendo también la industria parecida a la nuestra”.[4]

Cerca del 70% de la energía que consume Costa Rica proviene de los combustibles derivados del petróleo. La abrumadora dependencia del petróleo que tiene Costa Rica está profundizando en este país tres problemas estructurales:

1- Al consumir combustibles derivados de petróleo, el país está contribuyendo a elevar los niveles de calentamiento global, una tendencia que está poniendo en riesgo la subsistencia misma de la humanidad. Los combustibles son responsables del 14% de los gases de efecto invernadero (GEI) emitidos a la atmósfera. En Costa Rica, ese porcentaje es mucho mayor. Según el Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero, solo el sector de transporte –el cual concentra más del 80% del combustible que consume el país– emite el 41% de las emisiones de GEI que se producen dentro del territorio nacional.

2- La economía de Costa Rica está muy expuesta a las fuertes oscilaciones en el precio internacional del petróleo y sus derivados, las cuales se deben en considerable medida a causas geopolíticas. Un ejemplo de estas tendencias es el fuerte aumento en los precios de los combustibles asociado con la guerra entre Rusia y Ucrania. Tales variaciones en los precios impactan fuertemente en la competitividad de las empresas ubicadas en el país, y en la calidad de vida de sus habitantes.

3- La economía del país es muy vulnerable a los cambios que ocurren en los países productores de petróleo y derivados, y ello se traduce en permanentes riesgos de seguridad energética.

El ámbito de competencia de Recope está asociado únicamente al monopolio de la importación y la distribución a granel de combustibles derivados de petróleo para satisfacer la totalidad de la demanda nacional. Por lo que es necesario ampliar el ámbito de competencia de Recope, para otorgarle un margen de actividad más amplio que le permita contribuir de forma relevante en el amortiguamiento de los citados problemas.

Cuando esa empresa pública fue creada a inicios de la década de los ochenta, los únicos combustibles disponibles en el mundo para usos en el transporte e industria eran los derivados del petróleo. Es de entender, entonces, que en la citada ley solamente se le otorgara a Recope la competencia de comprar, almacenar, transportar y vender tales combustibles.

Desde entonces, los mercados internacionales de combustibles líquidos y gaseosos han experimentado cambios profundos. En el mundo existen mercados maduros, y otros que están en etapas tempranas de desarrollo, de combustibles no derivados del petróleo, que pueden sustituirlos para múltiples usos, que permiten aumentar los niveles de seguridad energética de los países, y que generan menos emisiones de GEI, y que, con el rápido crecimiento que están experimentando podrían llegar a ser muy competitivos a nivel de precios también.

En el sector transporte, la estrategia principal que se está implementando a escala global para reducir las emisiones de GEI asociadas al petróleo consiste en la sustitución acelerada y masiva de vehículos de combustión interna por vehículos eléctricos. Costa Rica también está aplicando esa estrategia. Se sabe, sin embargo, que el proceso de electrificación del transporte tardará décadas. En ese lapso de transición, los combustibles no derivados del petróleo que generan niveles significativamente menores de GEI tienen un papel fundamental que jugar en las estrategias globales de lucha contra el cambio climático. Son “combustibles de transición”.

Este proyecto de ley tiene el objetivo de modificar el ámbito de competencia de Recope para convertirlo en un instrumento poderoso para la introducción creciente de “combustibles de transición” en la matriz energética del país, y de esta manera lograr impactos positivos en tres ámbitos: la reducción de emisiones de GEI, la disminución o estabilidad de los precios de la energía proveniente de combustibles que consume el país, y el aumento de los niveles de seguridad energética nacional.

A lo largo de varias décadas, Recope ha logrado desarrollar una red de infraestructura de adquisición, almacenamiento, transporte y venta de combustibles cada vez más sofisticada y eficiente. Es el Sistema Nacional de Combustibles (SNC) y sus principales componentes son los siguientes:

1- Dos muelles especializados en atraque y descarga de barcos petroleros.

2- Un conjunto de tanques en distintos lugares del país que permiten almacenar 3,9 millones de barriles de combustibles de distintos tipos.

3- Un poliducto de 415 km de largo que atraviesa el territorio nacional.

4- Cuatro terminales en distintos lugares del país con capacidades de distribución en plantel para cargar 500 camiones cisterna diarios.

Este sistema también incluye las capacidades de negociación y compra de combustibles más sofisticada de la región, la cual le permite al país adquirir combustibles de alta calidad y por montos siempre menores que los precios internacionales de referencia y menores a los países vecinos.

El SNC es una de las redes de servicios públicos de mayor valor estratégico para el desarrollo nacional y, además, es un poderoso instrumento de política energética que debe ser aprovechado para provocar los profundos cambios que la sociedad costarricense necesita hacer en sus patrones de consumo energético.

Para que el SNC pueda ofrecerle al país todo su potencial en materia económica, social y ambiental, es necesario otorgarle las...

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