Ayudas estatales para hogares pobres son sostenibles pese a déficit fiscal

El déficit fiscal del Gobierno y el faltante de liquidez que anunció el presidente de la República, Luis Guillermo Solís, no afectarán las ayudas estatales que reciben las personas en condición de pobreza en Costa Rica.

La garantía de que estas transferencias sociales se depositen mes a mes en las cuentas de los más pobres, reside en una serie de mandatos constitucionales y legales que crearon el Fondo de Desarrollo Social y Asignaciones Familiares (Fodesaf), en 1974.

Este fondo se nutre con un 20% de recursos obtenidos mediante la recaudación del impuesto de ventas, y un 5% de recargo de los salarios que los patronos del sector público y privado pagan a sus trabajadores cada mes.

Para el 2017, se presupuestaron ¢586.546 millones destinados a transferencias para las familias más pobres del país.

LEA: Infraestructura y pobreza quiebran énfasis fiscal que tuvieron discursos anteriores de Solís

Ese dinero se traduce en ayudas como pensiones del régimen no contributivo de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), programas del Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS), bonos de vivienda, becas para primaria y secundaria, atención a niños, adultos mayores y personas con discapacidad.

Emilio Arias, ministro de Desarrollo Humano e Inclusión Social, explicó que debido a la protección legal de Fodesaf es difícil que las ayudas sociales para lucha contra la pobreza disminuyan en los próximos años, incluso en un escenario de falta de liquidez sin la implementación de una reforma fiscal eficiente.

Más ayudas, menos pobreza

El 27 de octubre del 2016, la Encuesta Nacional de Hogares (Enaho) reveló una reducción estadísticamente significativa en el nivel de pobreza en Costa Rica.

Este indicador medido por línea de pobreza bajó de 21,7% a 20,5%, lo que significó que 10.400 hogares salieron de esa condición con la expectativa de mejorar su calidad de vida, su capital humano y sus condiciones sociales.

Uno de los factores que contribuyó con la reducción de la pobreza en el país fue el aumento en las ayudas del Estado, que crecieron 14%, y que llegaron a pesar hasta un 17% en el ingreso total de los hogares de menores recursos.

Los bajos niveles de inflación registrados en el 2016, también ayudaron a disminuir la cantidad de personas pobres en el país con respecto al 2015.

El presidente Solís garantizó, en octubre del año pasado, que los recursos para becas y ayudas a las familias pobres eran sostenibles al menos durante el 2017, pese a la estrechez fiscal...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR