DECLARACIÓN DEL PRIMER SABADO DEL MES DE FEBRERO DE CADA AÑO COMO EL DIA DE LA ARMONÍA INTERCONFESIONAL

Número de Iniciativa24042
Expiration Date16 Noviembre 2027
Fecha de publicación30 Noviembre 2023
Fecha de presentación16 Noviembre 2023
Autor de la iniciativaGerardo Fabricio Alvarado Muñoz,Yonder Andrey Salas Durán,Jose Pablo Sibaja Jiménez,Gloria Zaide Navas Montero,David Lorenzo Segura Gamboa,Olga Lidia Morera Arrieta,Rosalía Brown Young
Tipo de proyectoPROCEDIMIENTO PROYECTO DE LEY ORDINARIO

De conformidad con las disposiciones del artículo 113 del Reglamento de la Asamblea Legislativa, el Departamento Secretaría del Directorio incorpora el presente texto al Sistema de Información Legislativa (SIL).

ASAMBLEA LEGISLATIVA DE LA REPÚBLICA DE COSTA RICA

PROYECTO DE LEY

DECLARACIÓN DEL PRIMER SÁBADO DEL MES DE FEBRERO DE CADA AÑO COMO EL DÍA DE LA ARMONIA INTERCONFESIONAL

DIPUTADO FABRICIO ALVARADO

Y VARIAS SEÑORAS DIPUTADAS Y SEÑORES DIPUTADOS

EXPEDIENTE N° 24.042

PROYECTO DE LEY

DECLARACIÓN DEL PRIMER SABADO DEL MES DE FEBRERO DE CADA AÑO COMO EL DIA DE LA ARMONÍA INTERCONFESIONAL

Expediente N° 24.042

ASAMBLEA LEGISLATIVA:

Este proyecto de ley nace del sentimiento más profundo del ser costarricense que, en su afán democrático y respetuoso de los Derechos Humanos establecidos en los instrumentos internacionales signados por el país, promueve la libertad religiosa y de consciencia, a la vez que, en su visión civilista, patrocina la sana convivencia de credos en nuestro país. Para las elecciones nacionales del 2018, por primera vez desde la fundación de la Segunda República, Costa Rica experimentó una campaña electoral teñida de intolerancia y división, promovida por ciertos grupos y sectores que patrocinaron una suerte de “guerra religiosa” con fines electorales[1]. Es en este contexto y como un esfuerzo legislativo por promover un ambiente de armonía y paz de credos, y como un símbolo para hacer un alto absoluto a la intolerancia religiosa, es que proponemos esta declaratoria de un día que celebre la armonía interconfesional en nuestra nación.

El grave problema social de la intolerancia religiosa tiene connotaciones muy complejas y preocupantes en las sociedades actuales. Según lo sentencia correctamente el sociólogo español Manuel Castells, en la era contemporánea los seres humanos se ven sometidos a una suerte de dicotomía en la construcción de su identidad para “sobrevivir” el complejo mundo que vivimos: por un lado, las personas se enfrentan a la lógica funcional de una especie de tromba globalizadora mundial que lleva a los individuos a lidiar con sus medios fundamentales, el poder y el dinero; por otro lado, en el plano de la vida cotidiana, las personas tratan de desarrollar significados para enfrentar esa globalización, para lo cual se atrincheran en sus vivencias personales y locales, mediante la construcción de identidad, a partir de las materias primas que yacen en el subsuelo cultural, como por ejemplo, la etnia, la nación, la clase social o la religión, para señalar las más obvias[2].

Cuando la construcción de la identidad se ancla en una racionalidad clara y demócrata, la diferencias que se generan en el proceso de su construcción se asumen con respecto y tolerancia; pero cuando se basan en una lógica irracional, radicalizada e irresponsable, la identidad deviene en intolerancia, odio y rechazo, al punto de llegar al conflicto colectivo, la guerra y hasta el terrorismo[3]. En esta línea, nos corresponde a las personas que tenemos firmes convicciones religiosas y morales, como los legisladores que firmamos esta propuesta, encabezar todos los arrestos para detener este tipo de lógicas que amenazan la integridad sociopolítica y cultural de nuestro país, y el presente proyecto de ley es un esfuerzo más en ese sentido.

Al ser nuestro país un Estado firmante de la Convención Americana de los Derechos Humanos (Pacto de San Jose), la importancia del tema que interesa para la presente iniciativa se deriva de instrumentos internacionales de esta naturaleza avalados por el país. De hecho, su artículo primero constituye una línea rectora para promover la armonía entre las diferentes confesiones:

“Los Estados Partes en esta Convención se comprometen a respetar los derechos y libertades reconocidos en ella y a garantizar su libre y pleno ejercicio a toda persona que esté sujeta a su jurisdicción, sin discriminación alguna por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social”[4].

Somos una nación con diferentes culturas y credos religiosos, pero siempre hemos mantenido el respeto mutuo y el civilismo como elementos esenciales de nuestra convivencia social. En esta línea y sobre la base del respeto entre unos y otros, y para hacer un llamado a la paz social y el destierro del odio y la discriminación por raza, credo y forma de pensamiento, nuestro país se adscribió a esta norma internacional de Derechos Humanos y, por ende, a su núcleo doctrinal cristalizado en el artículo mencionado.

En el plano internacional, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) proclamó la “Semana Mundial de la Armonía Interconfesional entre todas las religiones, confesiones y creencias”, mediante resolución A/RES/65/5, aprobada el 20 de octubre de 2010, semana que corresponde con la primera del mes de febrero de cada año. En la resolución se afirma que la comprensión y el diálogo entre religiones constituyen dimensiones importantes de la cultura de paz y, bajo esta óptica, se pone de relieve la necesidad imperiosa de que las distintas confesiones y religiones dialoguen para que haya una mayor comprensión mutua, armonía y cooperación entre las personas, con el fin de que los imperativos morales de todas las religiones, convicciones y creencias incluyan la paz, la tolerancia y el reconocimiento mutuo[5].

De la proclama hecha por la ONU (Organización de las Naciones Unidas) hasta el año 2023, se han realizado 7 conferencias mundiales para promover su objetivo esencial[6]. Con esta política mundial de promoción de la armonía interconfesional, durante la primera semana de febrero del 2012, el Congreso Africano Unido, la Misión Permanente de la República Democrática Federal de Etiopía ante las Naciones Unidas y la Fundación Give Them a Hand Organizaron desarrollaron el primer foro interreligioso en la ONU. El tema de la semana fue "La diáspora: una fuerza para el cambio positivo", que hacía hincapié en la capacidad de las comunidades inmigrantes de diversos orígenes, religiones y etnias en los Estados Unidos de Norteamérica, de convivir armoniosamente, unidas por valores comunes como el amor a Dios -según sus propias creencias- y al prójimo. El foro interreligioso reunió a líderes cristianos, musulmanes, judíos, hindúes y budistas para hablar sobre las enseñanzas de sus respectivas religiones, en relación con la paz y la armonía.

En 2013 la reunión buscó incluir la fe y los sistemas de valores de los pueblos indígenas, para lo que se invitó a un líder espiritual africano, proveniente de la República de Guinea, el cual insistió sobre la importancia de la convivencia pacífica entre los seres humanos y en su relación con el medio ambiente. En 2014, bajo el tema "Tolerancia, reconciliación y perdón" se honró a Nelson Mandela, fallecido en diciembre del año anterior, quien como líder de Sudáfrica logró desarrollar el proceso de superación del Apartheid hacia la democracia multicultural de su nación, a partir del perdón, la paz y la reconciliación entre sus ciudadanos.

Para el año 2015, y como un reconocimiento de las iniciativas para la oración y la colaboración entre religiones, bajo el lema "Oración interreligiosa, curación y servicios comunitarios en favor de la paz", el Congreso Africano Unido y otras entidades asociadas organizaron un amplio voluntariado de diferentes religiones para ayudar a limpiar casas inundadas y entregar alimentos a las comunidades afectadas con el paso del huracán Sandy en los Estados Unidos de América. En 2016, los esfuerzos internacionales en la materia se encaminaron de nuevo hacia la acción, ante la pandemia del ébola en varios países africanos, y el tema escogido fue "Construir puentes más allá de las fronteras".

Los conflictos e intolerancia hacia refugiados y desplazados que se mueven en un mundo violento y poco acogedor, a la vez que, desafortunadamente, se escuchan voces de odio entre diferentes sectores sociopolíticos, que difunden la discordia e intolerancia entre las personas, para el año 2019 la conferencia mundial abordó el tema del "Desarrollo sostenible a través de la armonía interreligiosa". Aunque la pandemia del Covid-19 trajo una pausa de dos años, para el año 2022, las misiones permanentes ante la ONU, de Sierra Leona, Canadá, Marruecos, la Santa...

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