Despidos en sodas y restaurantes se disparan a 121.000 en dos meses
En tan solo dos meses, 121.000 personas perdieron el empleo en 8.550 restaurantes, sodas, cafeterías y franquicias que se vieron obligados a cerrar por la caída en las ventas que ocasionó la pandemia.El golpe más grande se lo llevaron el primer mes: al 25 de abril, 109.000 quedaron sin trabajo. Al 25 de mayo, otros 12.000, para ese total de 121.000, según el sondeo que hizo la Cámara Costarricense de Restaurantes y Afines (Cacore), entre sus 19.000 negocios afiliados.De esos negocios, solo 10.450 locales (55%) siguen con puertas abiertas, pero trabajan al mínimo: El 69% (7.210) suspendió contratos laborales por tres meses y apenas el 17% (3.240) conservan su planilla completa.Pero, la incertidumbre es tal que de esos 10.450 restaurantes y sodas que siguen en pie, el 70% creen que es muy posible que van a cerrar porque están quebrados.El golpe ha sido por igual para grandes y pequeños. El 82% (15.580) de los socios de Cacore son negocios medianos y pequeños, el 70% de ellos con 25 o menos personas en planilla.Menos restricciones y más trabajoJorge Saggal es el gerente general del restaurante Tenedor Argentino, al costado sur del Teatro Nacional, en San José.Este negocio, contó, vendía normalmente ¢50 millones al mes y en abril apenas vendió ¢3,2 millones."El sector gastronómico, que genera miles de empleos en el país, está ahogado al borde de la quiebra. Estamos seguros que muchos de los negocios que cierren ahorita no abrirán nunca más", dijo."El gasto operativo de Tenedor Argentino son ¢1,3 millones diarios, pero hoy no estamos facturando más ¢150.000 o ¢200.000 al día. Es una pérdida terrible y los gastos son los mismos. Al mes se pagan $9.000 de alquiler, ¢1,2 millones de luz, ¢400.000 de agua y ¢300.000 de gas, entre otros gastos", señaló.El empresario dice sentirse preocupado por la afectación que ha tenido su restaurante debido a las restricciones sanitarias por el nuevo coronavirus.Él se ha visto a obligado a suspender el contrato laboral de 17 de sus 20 empleados de forma temporal y comenta que a algunos de ellos los han amenazado con echarlos de sus casas por no tener dinero para el alquiler."Un salario de un colaborador nuestro no bajaba de ¢500.000 y ahora muchos tienen cero ingresos. Todos nuestros colaboradores suspendidos aplicaron para el bono Proteger y a la fecha ninguno de ellos fue favorecido con dicha ayuda, que cada vez parece más difícil que sea realizada. Sin embargo, nuestros colaboradores no quieren ese bono, quieren trabajar", comentó.Asegura que no pide ningún trato especial, solo que lo dejen trabajar ya hasta las 10 p. m. entre semana y poder abrir los fines de semana. Según él, con esto, los ingresos del negocio cambiarían."El virus no deja de trabajar a las 5 a. m. y empieza a trabajar nuevamente a las 7 p. m., el virus está todo el día. Como empresa no pedimos nada regalado. Hemos tratado de adaptarnos a las exigencias de la pandemia, sin embargo, las empresas de servicio a domicilio cobran muy altas comisiones y el margen de utilidad no es mínimo, sino es que es nulo", manifestó."Simplemente pedimos trabajar"Jorge Barrantes es el administrador del restaurante El Tenedor Argentino y uno de los empleados que fue suspendido...
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