Diputados investigan sin resultados

En un extremo de la mesa, un diputado lanza una pregunta que podría esclarecer el caso, condenar a alguien o, al menos, sentar responsabilidades. Expectativa y tensión se sienten en la sala.Al otro lado, el compareciente sabía desde mucho antes qué iba a responder: 'Señor diputado, por recomendación de mis abogados me abstendré de contestar sus preguntas'.Su silencio, contundente, acaba de derrumbar el sentido de la indagatoria. Esa es la dinámica más común en las comisiones investigadoras que integran los diputados.A la hora de rendir informe al Plenario, el resultado del trabajo de ese tipo de paneles choca contra otro muro: el de la indiferencia y el olvido, esta vez, de los propios legisladores.Las comisiones investigadoras de la Asamblea Legislativa rara vez son efectivas. Empero, los parlamentarios las tienen en gran estima, quizás por la espectacularidad que llevan en su esencia.Según una investigación realizada por la abogada Llihanny Linkimer, asesora del Departamento de Servicios Técnicos del Congreso, el Parlamento de 1990-1994 pasó a la historia como el que más comisiones investigadoras creó, con veinte.Durante el período 2002-2006 los diputados les dieron vida a once comisiones investigadoras, en tanto que del 2006 al 2010 solo se crearon tres.Del total de 102 comisiones investigadoras creadas desde 1948 hasta el 2010, solo 39 rindieron un informe al Plenario...

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