Doryan, la pieza clave del PLN que provino de la izquierda

La mañana de este 20 de abril Eduardo Doryan garabateó su firma sobre la carta de renuncia a la presidencia del ICE.Habían pasado 35 años desde que se postulara a la presidencia de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Costa Rica (Feucr) por el partido de izquierda Faena.Ambas presidencias las perdió. La primera por votos y la segunda porque renunció, según dijo, para rendir cuentas 'desde la llanura' sobre su gestión como presidente de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) entre el 2006 y el 2010, actualmente en crisis financiera.Eduardo Augusto Doryan Garrón, quien cumplirá 60 años en octubre, participó activamente en los últimos cuatro gobiernos del Partido Liberación Nacional (PLN).¿Qué lo hizo tan confiable políticamente?¿Cómo y por qué llegó a ocupar puestos clave para Óscar Arias, José María Figueres y Laura Chinchilla?Doryan se mostró como un hombre hábil. Las pruebas están a la vista, figuran en su hoja de vida pública y saltan a la vista en una aparatosa disparidad de especialidades:Candidato a la presidencia de la Feucr por Faena (1976); candidato a diputado por el izquierdista Partido Nacional Democrático (1982) y viceministro de Ciencia y Tecnología del gobierno de Óscar Arias (1986-1990), donde fue compañero de gabinete de su madre, Victoria Garrón, la primera mujer en ocupar una vicepresidencia de la República.En los noventa llegó a ser ministro de Educación de José María Figueres (1994-1998), vicepresidente del Banco Mundial (1999- 2001); presidente de la Caja en el segundo gobierno de Arias (2006-2010) y presidente del ICE en el actual gobierno. Hasta este miércoles.El asesor. En los noventas formó parte de un curioso grupo que se autodenominó ATD (Apoyo en la Toma de Decisiones), que se convirtió en la columna vertebral el gobierno de Figueres.Allí estuvo junto a figuras como el empresario Carlos Espinach, Fernando Herrero (ministro de Hacienda) y su esposa, la asesora política Florisabel Rodríguez; la exvicepresidenta Rebeca Grynspan y su esposo y expresidente del Congreso, Saúl Weisleder, entre otros.Tal facilidad de movimiento en los círculos de poder y esa prestancia para saltar de una función a otra se refleja en sus cambios políticos: pasó de la izquierda en los setenta al centro en los ochenta, para apoyarse luego en las políticas de reestructuración económica promovidas por el Banco Mundial a finales de los noventa.Esta pluralidad de funciones y perfiles le valen admiración de unos y críticas de otros.Su...

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