Editorial BCR: acefalia y retos

El 'caso del cemento' ha mostrado las debilidades del gobierno corporativo y de la administración del riesgo del Banco de Costa Rica (BCR). En esta edición publicamos un reportaje sobre la desmejoría en la calificación de riesgo de este Banco.

Las empresas calificadoras de riesgo bajaron recientemente la calificación del BCR precisamente por sus debilidades en el campo del gobierno corporativo que pueden afectar negativamente los intereses de los depositantes y de su dueño, el Estado costarricense.

En un editorial publicado en la edición No. 1.149 (7-13 de octubre pasado), habíamos señalado las carencias de la Junta Directiva nombrada para dirigir al Banco de Costa Rica en los últimos años.

Dicho cuerpo director estuvo integrado por personas sin experiencia y sin capacidad para gobernar la segunda institución bancaria más grande del país.

La realidad pura y simple es que el BCR se quedó sin cabeza en su gobierno corporativo con la anterior Junta Directiva y, por lo tanto, sin un adecuado plan estratégico y sin una sana administración del riesgo.

La situación de acefalía de este Banco no ha desaparecido del todo. La nueva Junta Directiva fue nombrada para sustituir a dos directores que renunciaron, y a cinco que fueron suspendidos para ser investigados. Estos últimos han presentado recursos legales con la intención de ser reinstalados en sus puestos.

Todo esto le da a la nueva Junta un carácter de transitoriedad hasta que finalicen las impugnaciones de los directores suspendidos y el proceso para destituirlos.

La Gerencia del BCR está hoy día a cargo de un gerente interino, hasta que se resuelva la situación del gerente investigado y suspendido. Aparentemente, durante esta semana se conocerá la decisión que adoptará la nueva Junta Directiva con respecto a esta situación. Pero posiblemente si la decisión es despedirlo, vendrán recursos legales e impugnaciones prolongando la interinidad y acefalia en el Banco de Costa Rica.

El nuevo cuerpo director nombrado por el Poder Ejecutivo tiene una ventaja: está constituido por personas con méritos profesionales y técnicos. No son nombramientos para pagar deudas de carácter político.

Sin embargo, la nueva Junta Directiva tiene una desventaja importante: sus miembros no tienen experiencia en conducir un negocio bancario de las dimensiones del Banco en cuestión.

Dos de los nuevos directores tienen experiencia en banca central, pero no en banca comercial; dos han estado trabajando en el negocio...

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