Empresarios ejemplares

Los empresarios asumen riesgos, enfrentan retos, sortean crisis económicas y financieras, le hacen frente a decisiones políticas caprichosas, ligeras u ocurrentes, lidian cada día con un exceso de trámites (algunos razonables; otros absurdos), emprenden, innovan e invierten.Como si lo anterior fuese poco, generan riqueza (para sí mismos y para el país), crean empleos, establecen encadenamientos productivos que benefician y estimulan el desarrollo de las grandes compañías y también de las pequeñas y medianas empresas (pymes), compiten con firmas nacionales y transnacionales, e investigan los gustos y necesidades de sus consumidores.Asimismo, pagan costosos fletes aéreos, terrestres y marítimos, sufren por los cierres de puertos y carreteras que perjudican notoriamente el traslado de sus exportaciones e importaciones y les causan pérdidas millonarias, dedican cuantiosas sumas para enfrentar el problema de la inseguridad, están sujetos a los habituales vaivenes en los precios de productos y materias primas en los mercados internacionales, y resienten los injustificables rezagos en infraestructura de apoyo a la producción, así como los embates del contrabando.Y aún hay más: aquellos que son responsables y se guían por altos valores éticos, cancelan los impuestos que les corresponden y en el tiempo establecido, mantienen al día sus obligaciones con la Caja Costarricense de Seguro Social, pagan salarios justos y competitivos, implementan en sus empresas costosas medidas tendientes a atenuar los riesgos del trabajo, adquieren millonarias pólizas, honran los créditos adquiridos y desembolsan sumas nada...

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