Entrevista con el expresidente Oscar Arias

Don Óscar, ¿cómo se dio lo del nuevo Estadio Nacional: Costa Rica lo pidió o China lo ofreció?Lo hicimos con gran discreción. Fue una negociación compleja. Pedimos que invirtieran plata en bonos, no reembolsable. Yo quería mil millones de dólares, una suma poco real. Entonces, terminamos en $ 300 millones en condiciones muy favorables para el país. Y de esos, $ 130 millones para una donación que no sabíamos en qué la íbamos a gastar.¿Le costó decidirse en qué se iba a invertir el dinero donado?Tenía dos opciones: una era hacer el Estadio Nacional, pues se estaba cayendo el que teníamos, reconstruirlo o hacerlo en otro lugar. Lo otro era un Centro de Convenciones. Fue muy simple: el Estadio es para toda Costa Rica, para el pueblo, la afición deportiva, algo popular; en cambio, el Centro de Convenciones es para una élite.¿Por qué no se escogió otro lugar que no fuera La Sabana?Si no lo hacemos ahí, andaríamos aún consiguiendo permisos de la Contraloría y buscando el lugar y la plata para comprarlo. Y con leyes, dinero y trabajadores costarricenses, tal vez lo hubiéramos inaugurado en el 2015 o el 2020. El Estadio es emblemático en La Sabana.¿No teme que La Sabana vaya a colapsar porque la gente va a terminar metiendo sus automóviles?El Bernabéu está en el puro centro de Madrid. La gente llega en tren, bus, carros, y se llenan de autos todos los alrededores. Aquí será igual: el bulevar (de Rohrmoser) va a estar lleno de carros, hasta mi casa, pero no importa. Nunca dudé de que tenía que ser en La Sabana.¿Como le...

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