La evolucion del proceso administrativo frente al marco metodologico de la creacion de valor como principio rector en la gestion empresarial.

AutorVarela Fallas, Maribell
CargoReport
Páginas465(16)

ÍNDICE Resumen Abstract Introducción Definición de términos La toma de decisiones en el contexto actual La administración basada en el valor Sistema de Administración Estratégico Abordaje de las perspectivas Conclusiones Referencias bibliográficas INTRODUCCIÓN

En un interesante foro desarrollado por la Escuela de Administración de Negocios donde se invitó a diferentes gerentes exitosos para que compartieran sus apreciaciones sobre los factores que inciden en una efectiva administración, los participantes coincidieron en que los buenos resultados se derivan de buenas y oportunas decisiones. La toma de decisiones correctas, entendida como el proceso de investigar las condiciones del medio que requieren atención, desarrollando y analizando posibles respuestas y escogiendo un apropiado curso para la acción, es crucial para el éxito de cualquier empresa, independientemente del tipo, tamaño y del entorno en que se desarrolle.

El papel fundamental de todo administrador es encauzar los recursos, sean materiales, capital humano y económicos con que cuenta la organización hacia el logro de los objetivos establecidos, de manera que éstos se puedan alcanzar de manera eficiente y efectiva. No obstante, la lógica de este esquema se rompe cuando la decisión sobre los objetivos a alcanzar se apoya en la generalidad y la abstracción, llevando a la consecuente ambigüedad sobre la forma de alcanzarlos, considerando que las condiciones cambian y que existe incertidumbre, la cual puede estar a favor o en contra.

El éxito de un negocio, grande o pequeño, es el resultado de las decisiones asertivas que toman sus administradores, quienes, a partir de sus propias competencias, de los recursos que disponen, controlables y no controlables, logran responder con acciones estratégicas a los desafíos, especialmente en cuanto a crecimiento y sostenibilidad. Ante ello, la información se torna en un insumo vital para las decisiones gerenciales y particularmente la que permite responder estratégicamente a las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas del negocio en general y de cada área en que el mismo se segrega.

Este artículo plasma la investigación de las autoras sobre las metodologías contemporáneas que han surgido como soporte al proceso de toma de decisiones gerenciales, a efecto de amalgamarlos y llevarlos a una metodología conjunta que sirva de apoyo al administrador en el ejercicio de sus funciones fundamentales de planear, organizar, dirigir y controlar negocios en vía de crecimiento.

DEFINICIÓN DE TÉRMINOS

Es importante introducir los alcances del proceso administrativo y su efecto vinculante a la creación de valor.

El proceso administrativo se refiere a las funciones que los administradores deben llevar a cabo para cumplir con sus responsabilidades dentro de la empresa y consisten básicamente en planear, organizar, dirigir o coordinar y controlar.

La administración basada en el valor se concentra en ofrecer el máximo valor a clientes, accionistas, integrantes de la empresa y a la comunidad en general. Para lograrlo, las decisiones administrativas canalizan los recursos hacia actividades conducentes a maximizar su uso y en satisfacer de la mejor manera las expectativas de estos asociados a la organización.

LA TOMA DE DECISIONES EN EL CONTEXTO ACTUAL

Los rasgos coincidentes que se extraen al analizar las definiciones de administración que aportan diferentes autores, denotan que la Administración es la actividad que desarrollan aquellos que tienen la responsabilidad de manejar un negocio o un proyecto, donde planear, organizar, coordinar y controlar constituyen las funciones primordiales. Dentro de este proceso, el acierto en las decisiones se traduce en un factor crítico de éxito para la continuidad del negocio a través del tiempo; si bien equivocarse es de humanos, continuos errores pueden llevar al cierre definitivo de la empresa y a sus perjudiciales consecuencias.

Como ciencia social, en la administración no existen mecanismos parametrizables para el proceso de toma de decisiones, ya que ante la diversidad de realidades en cuanto a la naturaleza de las actividades de la empresa, tamaño y otras muchas variables, los resultados a esperar en cada contexto decisorio han de ser diferentes, por ello es que el administrador al tomar sus decisiones además de apoyar su análisis en el conocimiento, lógica y experiencia, ha de tener muy claros los resultados esperados en términos de objetivos a cumplir.

En el pasado, la orientación de los administradores al ejercer el proceso administrativo se enfocaba en maximizar la obtención de ganancias; hoy día dicho eje se ha ampliado hacia el concepto de creación de valor; con ello, el proceso de toma de decisiones ha evolucionado y exige al administrador sustentarse en una visión amplia e integral sobre todas las áreas de la organización y la potencialidad para ser mejoradas.

La globalización, el desarrollo tecnológico y la libre competencia son los grandes fenómenos contemporáneos que retan al administrador moderno y ante los cuales debe reaccionar, de otra manera la supervivencia del negocio estará en peligro. Sobre ello varios autores señalan lo siguiente:

"La competitividad tan fuerte que se vive, aunada al proceso de globalización, ha provocado cambios en los estilos de administración de las empresas para poder sobrevivir a largo plazo" (Ramirez, 2008).

"¡Nunca se había dado algo igual: el mundo cambia a una velocidad increíble y cada vez de manera más intensa! En la historia de la humanidad siempre ha habido cambios, pero nunca del tamaño, la velocidad y el efecto de los que ocurren ahora, Diversos factores contribuyen a lo anterior: los cambios económicos, tecnológicos, sociales, culturales, legales, políticos, demográficos y ecológicos actúan en forma conjunta y sistémica, en un campo de fuerzas dinámicas que produce resultados inimaginables y que coloca a las organizaciones en la incertidumbre y la imprevisibilidad". (Chiavenato, 2009)

"El mundialmente respetado gurú de los negocios, Chris Argyris, señala que incluso los individuos más inteligentes pueden volverse ineficaces dentro de las organizaciones. ¿Por qué? Porque estamos tan ocupados trabajando, que no aprendemos sobre nosotros mismos ni nos detenemos a reflexionar en los cambios que suceden a nuestro alrededor. Hemos absorbido los patrones de comportamiento que nos han dado el éxito en el pasado, sin comprender que quizá ya no sean apropiados para el futuro que se aproxima con rapidez". (Ken Langdon, 2001).

Eric Hoffer en sus frases inéditas afirma que "en tiempos de cambio, quienes estén abiertos al aprendizaje se adueñarán del futuro, mientras que aquellos que creen saberlo todo estarán bien equipados para un mundo que ya no existe".

En este contexto, la práctica administrativa exige que la toma de decisiones salga del esquema tradicional y se conciba como un proceso sistemático y ordenado, apoyado en metodologías que faciliten analizar y optimizar de manera integral todas las áreas de la organización. Especialmente porque podemos decir que existen cambios que no se pueden percibir de inmediato, sobre todo porque la gerencia está en el día a día y construyendo el futuro, lo que surge no se puede imaginar, pero a través de los diferentes factores, bien administrados, se puede lograr salir adelante y sobre la marcha construir valor.

LA ADMINISTRACIÓN BASADA EN EL VALOR

Las decisiones criticas de éxito ya no se circunscriben al horizonte inmediato de operación, limitándose a decidir sobre el tipo de producto o servicio a comercializar y la consecuente obtención de utilidades; ahora se requiere una visión de largo plazo, donde las decisiones se orienten a observar de manera integral la organización y procurar el desarrollo continuo de la misma a lo largo del tiempo. Esta forma de visionar la empresa permite a los gerentes ejercitar el concepto de "Administración Basada en el Valor" (value management); la cual se enfoca en ofrecer el máximo valor a clientes, accionistas, integrantes de la empresa y a la comunidad en general" (Ramírez, 2008).

Crear valor significa llevar al mercado bienes y servicios que satisfagan plenamente las necesidades de los clientes y permitan cumplir con las expectativas de los dueños de la empresa. Las decisiones referentes a la planificación de las actividades se enfocan en un análisis multivariable que permite responder a preguntas fundamentales como el qué se va a hacer, para quién, cuándo y dónde.

El éxito en la dinámica de vender, cobrar y generar ganancias depende de las decisiones que median en todo el ciclo económico, donde los razonamientos sobre inversión se tornan decisivos en la optimización de la capacidad productiva, la cual ha de tener el potencial de generar bienes y servicios de alta...

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