Gobierno se ahorró ¢328.000 millones por flexibilización de destinos específicos

El gobierno logró ahorrarse ¢328.000 millones en el 2020 gracias a que la reforma fiscal flexibilizó el giro de dinero para los destinos específicos.La flexibilización fue estrenada en el Presupuesto Nacional del 2020 y representó un respiro para las finanzas públicas.Los destinos específicos son asignaciones de dinero predefinidas por la Constitución Política y por las leyes. Estas normas establecen el monto que se les debe asignar cada año a ciertas instituciones, en función de alguna variable de tipo tributario o macroeconómico.La reforma fiscal introdujo cambios solo en el pago de los destinos creados por ley, muchos de los cuales nacieron sin fuente de financiamiento y, en ocasiones, engrosaban las cuentas de instituciones sin que el dinero se utilizara del todo.Con el margen que obtuvo tras la implementación de la reforma, el gobierno presupuestó ¢4,02 billones para la atención de más de un centenar de destinos específicos en el 2020.Si la reforma fiscal no hubiese eliminado una decena de obligaciones ni flexibilizado las reglas de financiamiento, los destinos específicos habrían consumido unos ¢4,34 billones este año.Pese al ahorro, a su vez, el Ministerio de Hacienda le asignó más dinero a la educación y a la infraestructura vial.El monto presupuestado para este año decrece un 5,1% con respecto al 2019, cuando se giraron ¢4,24 billones, según el informe técnico del proyecto de Ley de Presupuesto 2020 que presentó la Contraloría General de la República en octubre.La Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas eliminó diez destinos, entre ellos, el que daba al Patronato Nacional de la Infancia (PANI) parte de los recursos recaudados con el impuesto sobre la renta, así como los recursos del impuesto sobre la venta que se otorgaban al Fondo de Desarrollo y Asignaciones Familiares (Fodesaf).La reforma tributaria, además, creó nuevas reglas, por lo que ahora las demás obligaciones se girarán según el estado de las finanzas públicas.Como la deuda del Gobierno Central supera el 50% del PIB (al cierre del 2019 se estimaba en un 59,3%), el Ejecutivo puede presupuestar los destinos específicos según la disponibilidad de ingresos corrientes y los niveles de ejecución presupuestaria y de superávit libre de las entidades; siempre que se trate de destinos que nacieron sin propia fuente de recursos y que no tienen rango constitucional.Como resultado, según el análisis del ente contralor, los ¢4 billones que financiarán los destinos específicos...

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