Para la Antología de la Infamia

La 'batalla de Sevilla'. España, estadio Sánchez Pizjuán, semifinal Alemania-Francia, 8 de julio de 1982. Un monumento al futbol. 'Fue mi más hermoso juego. Lo que sucedió esa noche encapsula todos los sentimientos de la vida, ninguna película podría plasmar tantas contradicciones y emociones' -reflexiona uno de sus héroes, Michel Platini-.Marcador 1-1 al minuto 90. Tiempos de alargue. Cuatro goles, dos por bando, para un marcador final 3-3. Francia llegó a estar arriba 3-1, pero Alemania tenía de su lado a Beethoven, Wagner y Goethe. Pese a la exquisitez técnica del cuadro galo, la pujanza teutona logró arrancar el empate, gracias a un lesionado pero indoblegable Rummenigge, que entró de cambio para arengar a sus tropas. Sí, bello, partido? ensuciado por la falta criminal, potencialmente homicida, del portero Harald Schumacher. Bossis a Tigana, Tigana a Platini, este -magnífico lanzamiento- a Battiston, que llega a disputar la pelota aérea contra la maza de demolición alemana. Schumacher sale, e impacta a Battiston con la cadera y el brazo. El francés queda inconsciente, y es retirado del terreno. Dictamen médico: conmoción cerebral, rotura de 2 vértebras, y 3 dientes menos. El 'árbitro' holandés Corver ni siquiera amonestó al godo.Hoy en día, tal agresión hubiera significado penal, expulsión inmediata, y suspensión por varios meses. Mientras Battiston era sacado...

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