La Liga se quedó pequeña, pero a como pudo empató

Alajuela. Con sufrimiento, con verguenza deportiva, con suerte. Así empató Alajuelense ayer ante Tigres, salvando lo que por un rato pareció que sería una temprana despedida de la Concacaf.Fue una igualdad que quizás no se merecía, pero en fin, el solitario punto, el cual en este certamen parece poco jugando como local, mantiene la ilusión prendida.Los erizos arrancaron el duelo con la intensidad que se le quiere ver a cualquier equipo costarricense en el plano internacional.Sus primeros minutos fueron el fiel reflejo de un equipo hambriento y motivado. Un equipo 'picado', por decirlo en buen 'tico'. Un equipo con sed de revancha, si se trae a la mesa la dura eliminación de la Concachampions anterior.Esa vez se quedaron fuera por un respiro de más; uno que parecía no estaban dispuesto a dar ayer.De ahí que los rojinegros tuviesen tres opciones de anotar en los 20 minutos iniciales.El panorama sin duda era promisorio, más cuando tras el infortunio de la lesión de Kevin Sancho, apareció desde la banca Diego Calvo, quien traía el gol listo en su pierna derecha. Una por otra (21').Cambio. Sin embargo, con la anotación extrañamente la Liga se diluyó. Pareció como si la intensa celebración, tanto de los jugadores como de la afición, les gastó el tanque. A Alajuelense se le olvidó lo que ya llevaba recorrido. Dejó de tocar y empezó a correr detrás del balón.Conforme se movió el reloj, aumentó la angustia, casi que a la misma magnitud que crecieron los gritos del...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR