El niño destinado a vivir postrado se convirtió en el maestro de San Vito de Coto Brus que hoy lleva a sus estudiantes hasta el Camp Nou

La vida no ha sido sencilla para Oldemar Espinoza, un hombre de 41 años, dedicado a la educación en la rama de la preparación física, quien al nacer parecía destinado a caminar nunca y terminó llevando un equipo de fútbol mixto hasta Barcelona.El entrenador de la Escuela María Auxiliadora de San Vito de Coto Brus hizo campeón a un equipo mixto de 10 niños en el Campeonato Nacional Infantil Scotiabank-Fedefutbol 2019. Lo que le permitió partir este miércoles junto a sus dirigidos a conocer las instalaciones del FC Barcelona en España.Espinoza, oriundo de Isla Chira, nació con una escoliosis severa, por lo que apenas al año de edad fue operado en toda su columna vertebral, con un pronóstico médico muy poco alentador para el resto de su vida.Pese a ese panorama tan oscuro, Espinoza logró caminar con normalidad, si bien, como parte de la enfermedad que padece, sus brazos y piernas no se desarrollaron al 100%."Los doctores decían que no iba a poder hacer muchas cosas y a pesar de eso siempre estuve detrás de la bola. En mis pies no tengo dedos, solo tengo una unión de los dedos para equilibrio, sin el que no podría sostenerme", explicó Espinoza.La familia de Oldemar tuvo que abandonar la Isla de Chira, para tratar de forjarle un futuro académico, en lugar de una difícil supervivencia en la pesca, la actividad más fuerte de la zona."Mi discapacidad no fue impedimento para estudiar educación física. Yo provengo de un hogar desintegrado por el alcoholismo; mis padres tuvieron que separarse. A los 11 años salimos de Isla de Chira para que yo estudiara en Puntarenas, porque no había colegio", detalló Espinoza.Los problemas que...

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