A Pérez Zeledón le pasó factura su pasividad

San Isidro de El General. Brazos caídos, pasividad a la hora del marcaje y una visible desmotivación fueron situaciones que desde la grada la afición generaleña reclamó fuertemente a sus jugadores.Pérez Zeledón entró ayer dormido a la cancha, con desgano y catalogado por muchos de sus seguidores como 'un equipo sin alma'.Eso lo pagó caro en el partido, pues pese a que tampoco mostró un futbol brillante, Belén sacó aprovechó y obtuvo una victoria, apenas por la mínima.Los tres puntos le vienen bien al cuadro belemita, pues así se sacuden de una mala seguidilla de cuatro partidos sin triunfo. No obstante, el rival de ayer era el idóneo para levantar a cualquier equipo en una seguidilla de este tipo.Ambos equipos saltaron al terreno de juego con mucha pasividad y un traslado espeso del balón por la media cancha, amén de poca movilidad de sus jugadores, quienes solo esperaban la pelota al pie, como sin querer sudarse mucho.Para la complementaria, el juego mejoró en ganas, más no en futbol, pues inmediatamente lo que observó el poco público en las gradas fue un conjunto de desaciertos e imprecisión en los pases cortos.Pérez Zeledón partía como el equipo llamado a proponer, sin embargo, la poca movilidad de sus jugadores hizo que de entrada se esperara lo peor.Sin emoción. La circulación del balón fue paupérrima en el bando local, con un Camilo Aguirre llamado a armar juego pero aislado a la hora de amarrar pases consecutivos. Este punto urge mejorarlo el conjunto generaleño, pues para hacer una seguidilla de jugadas necesitó hasta de cuatro o cinco intentos malogrados...

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