PROYECTO DE LEY LEY PARA POTENCIAR EL AGROTURISMO
Fecha de publicación | 11 Junio 2024 |
Número de registro | IN2024870560 |
PROYECTO DE LEY
LEY PARA POTENCIAR EL AGROTURISMO
Expediente N.º 24.349
ASAMBLEA LEGISLATIVA:
El presente proyecto de ley pretende potenciar el turismo de nuestro país dándole un enfoque en agroturismo, el cual consiste en viajar al campo para aprender sobre prácticas de producción comercial para los cultivos, cosechas y procesamiento de productos agropecuarios, forestales y pesqueros, además de la artesanía y la cultura local. Asimismo, se promueve la visita a parques nacionales y áreas protegidas que son poco frecuentadas por el turismo; lo anterior con el objetivo de potenciar el turismo nacional y extranjero de estas zonas.
En cuanto al término de agroturismo resulta importante conceptualizarlo, pues si bien es cierto y claramente los términos de “agro” y “turismo”, componen la unión de todo lo relacionado con el campo y de todo aquello que busca hacer de los viajes una actividad de ocio, de igual manera, y como lo plantea el autor Charles Budowski (2001), el agroturismo es una pauta que aún no se encuentra regulada y que esta puede surgir del interés de los turistas, a fin de descubrir prácticas agrícolas y a su vez perdiéndoles participar en su manejo, incluyendo la cosecha.
Existe confusión en la descripción de la disciplina con términos como agroecoturismo, turismo rural, etc. Aunque el interés principal del visitante está motivado por las labores propias de un establecimiento de campo, no excluye el disfrute de acciones complementarias.
La idea del agroturismo apareció hace unos 25 años, primero en Europa y después en América Latina, como una de las estrategias planteadas para contrarrestar la crisis de la agricultura y con ello diversificar los ingresos de las fincas para evitar el despoblamiento rural o la migración a la ciudad.
Budowski, G. 2001. Modalidades agroturísticas y sus limitaciones. (en línea). San José. Consultado el 13 ene. 2003. Disponible en www.una.ac.cr/ ambi/ ambientico/ 107/ budowski.htm.
En varios países el término agroturismo se utiliza como sinónimo del turismo rural; sin embargo, existen diferencias entre ambos términos y más bien se le debe considerar una de las formas del turismo en espacios rurales, junto con el ecoturismo o el turismo de aventura.
Con base en el Índice de Desarrollo Social de Mideplán, de 2023, los resultados logran evidenciar que la desigualdad se agrava en zonas rurales y costeras, y que las condiciones de desarrollo en nuestro país son centralistas, dejando una periferia en las zonas más desfavorecidas.
Parte del citado Índice de Desarrollo tiene como objetivo conocer la condición de los distritos y cantones de Costa Rica según su nivel de desarrollo social, áreas de mayor y menor desarrollo, relativamente.
Este instrumento contribuye a evidenciar uno de los principales retos de la política pública, como es la reducción de brechas territoriales, la redistribución del ingreso hacia los sectores sociales y regiones del territorio nacional con menor acceso a los beneficios del desarrollo en comparación con el resto del país. Además, el IDS distrital es un insumo fundamental para la actualización de la clasificación nacional de las Áreas de Mayor y Menor Desarrollo Relativo.
Al respecto, la ministra de Planificación Nacional y Política Económica, Laura Fernández Delgado, manifestó que:
“Los resultados que arroja el Índice de Desarrollo Social (IDS) del 2023 justifican con mayor fuerza las medidas de política pública que ha tomado esta Administración, donde se ha volcado la mirada al cierre de brechas de desarrollo. Desde la formulación del Plan Nacional de Desarrollo e Inversiones Públicas que tuvo por primera vez un enfoque regional, hasta la priorización del desarrollo de planes, programas y proyectos en regiones periféricas de la GAM”.
El Índice de Desarrollo Social (IDS) 2023 destaca que los distritos ubicados en las primeras posiciones (con mejores condiciones) están en la Gran Área Metropolitana (GAM), en tanto que los últimos se ubican en las zonas más alejadas del centro del país.
Es importante señalar que las mejores posiciones dentro del Índice de Desarrollo Social (valores cercanos a 100) no significa que carezcan de problemas socioeconómicos, sino que, a partir de las dimensiones que lo conforman, ostentan en promedio los mejores resultados y por ende las condiciones y posiciones más ventajosas. Por el contrario, las últimas posiciones no implican que se encuentre en una situación de deterioro total, sino que en promedio sus indicadores están más bajos, lo que provoca que tenga las condiciones más desfavorables, como se muestra en el siguiente grafico:
Para ver la imagen ir a La Gaceta con formato PDF
Así lo aseguró José Vicente Troya Rodríguez, representante residente del PNUD en el país:
A mayor desigualdad territorial, más deterioro del tejido social y de afiliación al modelo de convivencia y de toma de decisiones de la democracia. Es urgente resolver las asimetrías del desarrollo que fracturan al país a través de garantizar servicios de calidad para todas las personas, generar oportunidades de crecimiento económico en los cantones y promover espacios y canales para la participación e influencia política de las comunidades”.
Como en años anteriores, las comunidades rurales y costeras continúan siendo las que presentan los índices más bajos de desarrollo humano en el país.
Para el 2020 todos los cantones de las provincias costeras en Guanacaste, Puntarenas y Limón contaban con un IDH menor que el promedio cantonal.
Ahora bien, y de acuerdo con la información recopilada por parte de los Índices de Desarrollo Social, para el proyecto de ley de agroturismo vendría a ser de gran beneficio implementar esta práctica en nuestro territorio nacional, pues parte de la población que se ha quedado rezagada vendría a ser parte de nuevas oportunidades que permitan el progreso de dichos territorios a nivel económico, local y regional.
Principales características
Resulta importante resaltar que el agroturismo es utilizando como eje principal para la producción agropecuaria, ya que vendría a ofrecer al turista la oportunidad de poder disfrutar de sitios de singular belleza y que, a su vez, tengan contacto directo con la naturaleza, al realizar caminatas o paseos a caballo, degustar la gastronomía de la región, vincularse a las actividades agrícolas y pecuarias, conocer el folclor y acercarse a las costumbres y tradiciones de cada pueblo o lugar.
Se podría hacer una valorización de los recursos ociosos, a través del paisaje agropecuario con sus cultivos que cambian durante el año, su ganado y sus montañas y ríos, muchas veces por ser inherentes a la vida rural son poco valorados por quienes habitan estas zonas; sin embargo, existen fincas que por el tipo de cultivo y por el entorno natural y paisajístico en el que se encuentran serían muy atractivas para desarrollar proyectos de agroturismo.
Resultan especialmente interesantes las que tienen sistemas silvopastoriles con ganado vacuno lechero; un buen ejemplo son las zonas de Zarcero, Coronado o Santa Cruz de Turrialba, entre otras. El observar los rebaños pastando o el momento del ordeño es una de las actividades preferidas por quienes hacen agroturismo o simplemente viajan al campo. Asimismo, tienen un gran atractivo los cultivos en invernaderos, la agricultura orgánica, los huertos caseros, los viveros, los animales de granja, las aves de corral, de postura, entre otros. Muchas de esas fincas también cuentan con extensiones de bosque, ríos, lagunas y cataratas, que las hacen muy propicias para realizar distintas actividades de esparcimiento, entre las que sobresalen: las caminatas, la observación de aves, la flora y fauna, lo mismo que la pesca.
También, es de gran interés el patrimonio agroindustrial, especialmente aquel ligado a procesos artesanales, tales como los beneficios de café, los trapiches, las queseras, las plantas de extracción de miel de abeja, achiote y procesamiento del cacao, entre otras, actividades que forjaron nuestra economía y que lamentablemente han ido cediendo al paso de la modernidad.
Se trata entonces de aprovechar una serie de recursos ociosos que hacen parte de la cultura agropecuaria y que, si se logran transformar en productos turísticos acordes a la demanda, pueden contribuir a mejorar los ingresos de muchos productores agropecuarios, sus familias y las comunidades aledañas.
En cuanto a la rentabilidad del agroturismo, nuestro país cuenta con muchos atractivos naturales y culturales suficientes para atraer a los turistas a las fincas; sin embargo, existen otra serie de requisitos relacionados con la demanda de este tipo de turismo y de su rentabilidad.
Por una parte, se debe tener presente que la demanda es estacional y concentrada en temporadas altas y bajas, tanto dentro del país como fuera de él; esto se relaciona con ciertas fechas como Año Nuevo, Semana Santa, vacaciones de medio año y fines de semana. Por ello, se debe considerar que el agroturismo no debería ser el negocio principal de la finca, sino una actividad que viene a complementar la...
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