Randall Poveda: si aprecia el arbitraje, hágase a un lado

El arbitraje de este país sigue en caída libre y nadie tiene el interés de ponerle un norte a tan importantes actores que no deberían de ser los principales en un partido, pero jornada a jornada lamentablemente son los que tienen los reflectores de frente porque los errores son gruesos.La Comisión de Arbitraje giró una lista de puntos que sancionan sin perdón y algunos de esas anotaciones rayan en lo ridículo.Lo que sucedió en el juego entre el Club Sport Herediano y el Puntarenas FC es la gota que derrama el vaso. La expulsión del delantero Jurgens Montenegro lo que causa es indignación sobre quienes dirigen cada partido. El jugador celebró su anotación de una manera normal y, tal parece, llevarse sus dedos a los oídos en señal de que no escucha fue valorado como una falta de respeto por el árbitro central y dejó al equipo chuchequero con 10 hombres a falta de 30 minutos para terminar el partido.Una crueldad para el jugador y para un tremendo encuentro que, a pesar de los errores de los árbitros, fue de un gran nivel de principio a fin.Minutos después se anuló un gol para el Herediano. La decisión fue correcta, pero lo que sucedió segundos antes es lo que no tiene explicación.Tanto el línea como el central marcan la anotación. El asistente corre hacia la mitad del campo y el central marca hacia el punto medio avalando el tanto. Pese a esto, segundos después ambos se reúnen para debatir o escuchar a alguien misterioso, no lo sabemos, y anular el gol.- ¿Será que el visor de la Comisión de Arbitraje que va a cada partido les sopla...

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