¿Son sagradas las cláusulas de confidencialidad en el fútbol nacional?

En el ámbito laboral es muy común que en los contratos entre el empleador y el colaborador exista una cláusula de confidencialidad. En el ámbito del fútbol, las cláusulas inclusive llegan a sorprender, por ejemplo, la llamada cláusula del miedo, donde un equipo presta a un jugador pero este no puede jugar ante el dueño de su ficha.En los últimos días, mientras reporteaba en busca de la noticia, me encontré con que el Cartaginés y Alajuelense llegaron a un acuerdo por el cubano Marcel Hernández y los detalles de ese acuerdo no se harían público porque existe una cláusula de confidencialidad. La misma película la vimos mientras conversábamos con una serie de personas que conocen el "secreto" que guardaban entre la Asociación Deportiva Guanacasteca y los heredianos.Algunas personas con las que conversamos en busca de "amarrar" algunos puntos, nos comentaron que "les gustaría mucho ahondar en detalles, pero en su contrato existe una cláusula de confidencialidad que les impide hablar del tema y, de lo contrario, podrían verse expuestos a pagar algunos cientos de dólares".Por esa razón, decidí conversar con el abogado Federico Campos, un profesional muy calificado en el ámbito del derecho penal, para así desmenuzar el cuándo y cómo no se incumple este acuerdo del que tanto se habla ahora en el fútbol.Campos detalla que una cláusula de confidencialidad "se utiliza generalmente para finiquitar relaciones laborales con el propósito de proteger datos importantes de una empresa como, por ejemplo, los secretos empresariales (como fórmulas químicas), los costos operativos o datos financieros. El fin es que la competencia, o cualquier tercero, no tengan acceso a esa información facilitada por quien fue despedido y provocar un daño. Si la persona no cumple con la cláusula podría cometer el delito de divulgación de secretos (art 203 del Código Penal)".Pero también deja muy claro que existen prácticas erradas a la hora de hacer valer este tipo de acuerdos."Existe una práctica errada y maledicente de utilizar también este tipo de cláusulas para encubrir anomalías o, inclusive, delitos sometiéndose a personas a este tipo de cláusulas para silenciarlas y que no denuncien o que no sean testigos contra una empresa en un proceso judicial o...

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