Salitre:un conflicto étnico bajo las tierras
Aquí sobraban 10 pupitres. Solo Katherine y Daniela estaban el jueves recibiendo la clase de lengua bribri con el profesor Dilson, miembro orgulloso del clan Bubölwak y del grupo que defiende la identidad de su etnia en el territorio de Salitre.
En la pizarra sobraban los vocablos bribris: kipo (hamaca), sku' (mano), kula' (silla) y sobraban también los 10 pupitres, como en el resto de aulas de la escuela Arturo Tinoco, en el centro de un territorio indígena atrapado en un conflicto entre indígenas y 'blancos' que trata sobre recuperación de tierras, pero que va mucho más allá.
En Salitre, un territorio de 12.000 hectáreas en Buenos Aires de Puntarenas, la batalla habla de posesión de terrenos, de poder político y de diferenciación étnica entre los mismos indígenas. Discriminación racial, le llaman algunos pobladores.
Por eso, ese jueves estaban solas Daniela y Katherine con el profesor Dilson, los tres bribris con clan. Es decir, los tres bribris por línea materna y miembros del grupo cuyos dirigentes se consideran superiores en derechos a otros indígenas, incluidos algunos niños que ya no vienen a la escuela. Otros todavía vienen, pero con la maestra Stephanie.
'Mi papá es bribri con clan, pero mi mamá es broran. Soy indígena bribri con clan broran. La identidad no la hace un clan. He vivido aquí mis 24 años', dice la joven, una indígena que el Ministerio de Educación nombró después de los reclamos de padres de familia de su etnia, broran.
Esta población se considera de cultura bribri, pero con ascendencia teribe.
La matrícula del 2015 fue de más de 100 estudiantes y menos de 15 llegan en estos días, comprobó un equipo de La Nación . La escuela está casi paralizada, pero es solo el espejo de las tensiones del territorio de Salitre, donde nadie se atreve a garantizar episodios de violencia adicionales a los registrados desde el año 2012.
Las sangres.De un lado están los bribris, que se consideran con más derecho al poder sobre el territorio, liderados por Sergio Rojas, quien durante 12 años ha presidido, con cuestionamientos, la Asociación de Desarrollo Integral (ADI).
Esta es la entidad que representa jurídicamente al territorio y que negocia lo relativo a la enseñanza, a la escuela Arturo Tinoco, a los millonarios servicios forestales, bonos, otras ayudas estatales y, por supuesto, la recuperación de tierras en manos de 'blancos' y el proceso de 'saneamiento', como lo llama él.
Rojas había sido una suerte de gobernante local bribri...
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