Secretario general del Frente Amplio: Se debió variar el manejo de casos sobre violencia doméstica

El secretario general del Frente Amplio (FA), Rodolfo Ulloa, explica que ya no pueden actuar como lo hicieron en el caso del diputado Jorge Arguedas, a quien le exigieron renunciar durante la campaña electoral (2013) por haber tenido una denuncia de violencia doméstica en el 2003. Arguedas se mantuvo en el cargo, pero luego Ronal Vargas sí fue obligado a dejar su curul por una queja de acoso sexual. Ahora, luego de un nuevo caso de denuncia por violencia doméstica (del regidor Mario Ruiz, de Montes de Oca), el FA siente la presión de las mujeres del Partido, quienes exigen acciones más severas en atención al artículo 4 del estatuto, que dice que el FA es feminista. Esta es parte de la conversación con Ulloa.

El regidor Mario Ruiz dice que ya había tenido dos denuncias penales. ¿Eso no pesó al nombrarlo candidato a regidor?

El Código de Ética dice que la persona no debe tener medidas cautelares vigentes al inscribir la candidatura. Él hizo una declaración y, efectivamente, al parecer no las tenía. Hasta después se le presentan. La existencia de casos anteriores no es causa para negar las candidaturas, son sentencias del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) que dicen que la ley no puede ser retroactiva.

En noviembre del 2013, José María Villalta exigió la renuncia de Jorge Arguedas. ¿Por qué se cambia ahora el sentido?

Esas sentencias a las que me refiero tienen que ver con el caso Arguedas. El TSE nos dice que no se puede aplicar la ley de manera retroactiva y eso es lo que cambia la situación y nos obliga, en adelante, a seguir el debido proceso. Hay que separar en algunos casos, donde hay una medida política, como el caso de Ronal Vargas.

¿Por qué?

Porque las pruebas que se presentan al Partido son excesivamente contundentes y esa persona lo admite; la existencia de las pruebas y (él) admite relativamente su culpabilidad y está de acuerdo en aceptar la solicitud de renuncia cuando se le presentó.

En el caso de Vargas, pudieron haber ido a un tribunal de ética y no convertirse ustedes en juez y verdugo...

Se le hizo una excitativa y lo fundamental es que él aceptó. Él pudo no aceptar e ir al Tribunal de Ética, pero aceptó.

El caso de Carlos Hernández (diputado, separado del FA por supuesta agresión) se dio al final de la campaña, se supo que había tenido medidas en su contra.

Pero tampoco estaban vigentes. A pesar de eso, el asunto fue al Tribunal de Ética.

¿El caso Arguedas los hace cambiar la forma en que manejan estos asuntos?

Así es...

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