Estará el 23 de agosto en Costa Rica 'Mujeres usan 27.000 palabras al día, hombres, 10. 000''

Después de 11 años de convivencia, la psicóloga Pilar Sordo terminó su matrimonio. Y luego, cuando se dio a la tarde de entender las posibles causas de la ruptura concluyó que no había sabido manejar las diferencias.

Allí empezó una nueva aventura científica y luego, tras cuatro años de investigación, ella dio con lo que considera las 14 diferencias entre lo femenino y lo masculino y cómo la competencia entre ellas afecta las relaciones de las personas: parejas, hijos, amigos y hasta laborales.

Desde entonces, Sordo da charlas por todo el mundo sobre cómo reconocer esas diferencias y administrarlas para mejorar la calidad de vida.

Con ese mismo objetivo, visitará el país el 23 de agosto para brindar lacharla'Viva la diferencia' en la que compartirá estos resultados y su vivencia.

Desde hace mucho se habla de la igualdad de género -igualdad entre hombres y mujeres-. ¿Considera usted que esta búsqueda de igualdad ha llevado a buscarla también en nuestras formas de reaccionar, de pensar y de actuar?

Sí y no. Por un lado está la igualdad de derechos y de oportunidades y esa es una lucha que debemos seguir dando porque aún la sociedad está muy en deuda con la mujer.

'Pero también está el que a veces nos suponemos tan iguales que esperamos reacciones iguales. Y eso no es siempre así, más bien casi nunca lo es.

'Y nótese que no hablo de hombres y mujeres. Esto es importante: yo hablo del lado femenino y del lado masculino porque todos tenemos nuestro lado femenino y nuestro lado masculino. Esto va más allá de hombres y mujeres. Las parejas homosexuales también lo viven. También va más allá de un asunto de pareja, se ve en relaciones de trabajo, de amistad y hasta entre padres e hijas o madres e hijos'.

En sus charlas usted ha dicho que las personas conocemos y aprendemos las diferencias entre lo femenino y lo masculino, pero que tradicionalmente las hemos visto más como 'formas de competir' que de complementarnos.

Lo que pasa es que como a lo femenino le costó mucho hacerse un espacio en el mundo por la concepción machista, la forma de hacerse el espacio fue desde la competencia.

'Esto entonces nos enfrenta a un desafío interesante pues tenemos un molde que siempre ha sido muy competitivo. Sin embargo, el modelo al que me llevó la investigación no es de ponerlos a competir sino de entendernos y acompañarnos en la diferencia'.

¿Cuáles son las mayores diferencias que debemos entender?

Por un lado, lo femenino es mucho más de hablar que lo masculino...

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