En los zapatos del abuelo

Lo que empezó como un proyecto universitario se convirtió en la idea empresarial de una familia sancarleña.El arte de confeccionar botas de forma artesanal, llamó la atención de la diseñadora gráfica Celia Altamirano, al punto que se sumergió en el oficio y logró levantar de nuevo el trabajo que tantas veces compartió con su abuelo.Poco a poco las palabras 'alistado', 'montaje' y 'horma' se colaron de nuevo en la jerga familiar y hoy, padre y hermanos siguen una tradición que inició más de siete décadas atrás.Fue en 1935 cuando José Altamirano Plata abrió una zapatería en Ciudad Quesada, contiguo al antiguo Cine San Carlos.Su nieta, Celia Altamirano, siempre estuvo en la zapatería, lo que representaba para ella una fiesta, pues pasaba horas en medio de las máquinas y los pedazos de cuero.Su abuelo falleció en 1992, sin embargo, la tradición quedó viva en ella. Fue cuestión de despertarla y replantearla unos años más tarde.Concepción de una ideaAltamirano ingresó a la Universidad de Costa Rica a estudiar diseño gráfico, sin embargo, para una de las asignaciones universitarias tuvo que diseñar un producto y decidió trabajar con sus compañeros de infancia.¿Qué tal si retomamos los estilos de botas del abuelo, proponemos cosas nuevas, fortalecemos el trabajo artesanal y lanzamos estilos más atrevidos y contemporáneos? Esa fue la propuesta universitaria que ocupa hoy la mente y empeño de una familia heredera de cordones y suelas.Después de la presentación...

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