A sus 65 años, todavía quería mantenerse litigando

Cuando el 20 de octubre el litigante Henry Vega cumplió los 65 años, los compañeros de oficina le regalaron una calcomanía de adulto mayor para que se la pegara al carro y, de esa manera, pudiera optar por algunos de los beneficios que reciben los ciudadanos de oro.

El abogado, muy a su forma de ser, reaccionó incómodo y refunfuñó diciendo que no solo iba a seguir trabajando y valiéndose por sí mismo, sino que, sobre todo, se iba a mantener haciendo lo que más le gustaba hacer.

Negro, como era conocido, nunca retiró el carné de Ciudadano de Oro, un trámite que sus compañeros todos los días le recordaban.

A Henry, la muerte lo sorprendió el martes mientras disfrutaba de una de sus mayores pasiones, el montar a caballo durante el Tope Nacional sobre los lomos del Madrileño, el caballo ibérico que lo había acompañado durante los últimos diez años, tras haber vendido al Salchichón, con el que debutó en este pasatiempo.

Además, le gustaba participar en los topes de Palmares y Guápiles, e incluso, algunas veces, en el de Alajuela.

Al...

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