Empresario nicaragüense: ‘Se puede buscar una solución intermedia a la crisis’

Leonardo Torres, presidente del Consejo Nicaragüense de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Conimipyme), no ve viable la imposición del adelanto de las elecciones en Nicaragua.En su criterio, esa condición exigida por la oposición, en la mesa de diálogo, no logrará nada sino más muertos si no cuenta con la aprobación del gobierno de Daniel Ortega.Él propone una solución intermedia, una en la que no se adelanten las elecciones, pero en la que Ortega, quien controla todo el aparato estatal en Nicaragua, se comprometa a realizar mejorar institucionales, incluidas reformas al sistema electoral.Torres es directivo del Banco Central en representación del sector privado y presidente del Consejo Nicaragüense de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Conimipyme).Nació en Nicaragua, pero su madre es costarricense y sus hermanos también. Su padre es de Estelí, norte nicaragüense, y realizó estudios de Economía en ambos países.Como empresario, está vinculado al turismo, al negocio de la educación superior privada y exporta muebles y madera. Aclara que, a pesar de ser "sandinista de cepa", habla en representación de Conimipyme.- ¿Cómo califica el actual momento que vive Nicaragua?- Es una crisis sociopolítica.- ¿Por qué ocurrió?Nos agarraron de sorpresa, pienso yo que nosotros no lo vimos venir pues y, cuando digo nosotros es el sector privado tanto como la pequeña y mediana empresa, como la gran empresa, no la vimos venir.Fue tan compleja que, a mi juicio, la soberbia o el estado de confort en el que habíamos caído nosotros en casi 11 años, se dejó desatender asuntos importantes que no lo vimos venir, estábamos conforme todo el sector privado feliz.Era un Estado corporativo donde el sector privado cogobernaba. No gobernaba en realidad, tenía una influencia extraordinaria, todo el marco jurídico se hacía en consenso, no se hacía nada sin la consulta del sector privado.Estábamos todos conformes, estábamos a tasas del 5%, nos estaban reconociendo como el país de la región que más crecía, crecía la inversión extranjera, el empleo.Otro problema que nosotros lo denunciamos, pero no fuimos enfáticos o firmes, es que los partidos políticos entraron en un declive extraordinario. La clase política cayó en desprestigio total. El gobierno de Nicaragua no tenía oposición política, por cuanto la clase política pues estaba también en su estado de confort y tranquilidad. Participaba en los poderes del Estado, tenía cuotas. Entonces, un Estado así, todo Estado, todo...

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