Los abrazos abundaron en la meta de Correcaminos

Con una evidente zozobra en el rostro y el cansancio por haber completado 21 kilómetros, la corredora Melania Ledezma esperaba en La Sabana a su novio, Melvin Redondo, quien corrió ayer la primera edición de la maratón Correcaminos.

Los minutos se volvían horas para Ledezma, pues completar una prueba como la maratón es difícil, por lo que era inevitable tener incertidumbre sobre cómo le iba a su pareja.

Así como ella, varias personas terminaron la media maratón y aguardaron a familiares, compañeros de equipos y amigos para brindarles el apoyo y compartir juntos una felicidad que solo la da el asfalto.

'A pesar de venir emocionada de haber corrido mi primera competencia de 21 kilómetros, también estaba la alegría de saber que ya viene él (su novio)', comentó Ledezma entre sonrisas y los ojos llorosos.

En ese instante su tensión por verlo cumplir el objetivo se transformó en alegría. 'Estoy feliz de verlo y de ver cómo me ayudó; por él estoy aquí hoy'.

Esa fue la medalla más importante de ellos y de las miles de personas que salieron del Instituto Tecnológico de Costa Rica, con sede en Cartago (maratón), o de la Plaza de Deportes de Tres Ríos (media maratón) para cumplir un propósito que, aunque es personal, involucra a personas cercanas.

Muchos terminaron la carrera al lado de otro corredor, o bien, llegaron al Parque Metropolitano La Sabana y recibieron el abrazo de sus allegados.

Sino que lo diga la ganadora de los 42.195 kilómetros, la costarricense Elizabeth Hernández.

Ella venció a las demás mujeres y sin lugar a dudas también triunfó en el recibimiento.

Ahí se abrazó con...

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