Amador logró un podio que pocos latinos alcanzan

Además de darle la bienvenida a la élite mundial, elGiro de Italiale permitió a Andrey Amador alcanzar un podio que pocos latinoamericanos exhiben en sus vitrinas.Sutercer lugar en la clasificación de montañaes un logro enorme para cualquier corredor del planeta, más para uno de Costa Rica.En la longeva historia de la Corsa Rosa , el prestigio de brillar sobre el lomo de los Alpes ha estado reservado casi exclusivamente para los italianos, alguna vez para los españoles y otros europeos y casi nunca para un latinoamericano.Como era de esperarse, Colombia fue el primero en poner a la región en el radar del Giro, primero con algunas victorias de etapa y luego con el triunfo en la montaña de Luis Herrera, en 1989, aquel escalador que abrió trecho en Europa para los pedalistas cafeteros.Seis años más tarde el también colombiano Nelson Rodríguez volvió a irrumpir en el dominio europeo en los ascensos, con una segunda casilla. A partir de entonces, el ciclismo latinoamericano ha sido un cliente esporádico en el siempre perseguido podio de montaña.Contexto. Lo hecho por Andrey Amador es un logro que a través de la historia se ha reservado para escaladores natos y otros expertos de las altas cumbres.No por nada es que...

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