Cuando el arte se hizo deporte

El arte amaneció un día con sueños de aventura, dispuesto a dejar el retablo, el lienzo, el museo, el tablado.

Entonces se hizo deporte en el salto de la rumana Luiza Filiorianu, con la mirada puesta en una rojiza pelota; fue fiesta en el carnaval verdeamarelo de la brasileña Natalia Gaudio y volvió a ser arte con la georgiana Salome Pazhava. Así, en Río de Janeiro, como en todos los JJ. OO. desde Los Ángeles 1984, cuando la gimnasia rítmica se consideró deporte olímpico.

A la gimnasia con aparatos, vigente desde...

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