Balaceras narco dejaron 14 víctimas colaterales en un año

El 5 de junio, José Ramón Fernández estaba en su casa en Pavas, San José, cuando escuchó detonaciones. De inmediato, el anciano, de 71 años, salió para llamar a sus nietos, quienes estaban jugando. Fue en ese momento cuando una bala lo alcanzó y le arrebató la vida.

Fernández fue la víctima de un conflicto entre bandas con el cual no tenía relación.

Él figura como una de las 14 víctimas colaterales que han muerto entre agosto del 2014 y el mismo mes del 2015, según un estudio del Organismo de Investigación Judicial (OIJ).

Un homicidio colateral se da cuando el ataque no iba dirigido a la persona que resulta fallecida; es decir, no había una venganza o problema entre la víctima y el victimario, sino que la acción delictiva se desarrolló a su alrededor.

De acuerdo con el subdirector interino del OIJ, Luis Ángel Ávila, de esas 14 personas, nueve eran inocentes que no tenían ningún vínculo con la persona que se pretendía matar.

Los otros fallecidos iban de acompañantes de quienes eran el blanco de los ataques. Incluso, algunos de ellos estaban vinculados con la distribución de droga o custodia de algún búnker, pero, en esos casos, no eran los objetivos por matar.

Según el jefe policial, a los homicidas no les importa asesinar a terceros con tal de concretar su objetivo.

'Tal vez, la intención no es causarles daño, pero asumen el riesgo, porque ellos también están en peligro de ser confrontados por esas personas que siguen, porque sabemos que estas también están vinculados a algún tipo de delincuencia', advirtió Ávila.

Para las autoridades, estas víctimas se separan de la estadística sustentada por el motivo de venganza porque, dentro de la investigación, se logra determinar que no estuvieron ligadas a ningún grupo criminal o no tenían antecedentes.

Entre los fallecidos se incluyen personas muy vulnerables como niños y ancianos, manifestó el subjefe del OIJ.

Casos. Uno de los casos que más conmoción causó fue el homicidio de un niño de 10 años, el 8 de junio, en La Cuesta de Corredores, zona sur del país.

El menor resultó impactado en la cabeza por un proyectil proveniente de un enfrentamiento entre agentes de la Policía de Control de Drogas (PCD) y un grupo que supuestamente tenía el control de la venta y distribución de drogas en la región fronteriza.

El día de la balacera, los agentes hacían una compra encubierta de estupefacientes, cuando un carro se les atravesó y cuatro hombres armados se bajaron, disparándoles. Los agentes respondieron a...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR