Una batalla repleta de coraje con final justo

Si algo tienen en común Cartaginés y Alajuelense, es que son perseverantes. Llevan el partido al límite, no claudican y, en ocasiones, juegan con más corazón que fútbol, sobre todo por la intensa lluvia que complicó de más el partido de ayer.

El empate 2-2 fue justo para dos equipos que sacaron la doble tracción en el Nacional.

Los brumosos saben de sufrimiento, pero deben cambiar la mentalidad; pensar en grande, jugar sin complejos y lo más importante: saber cómo rematar un partido ante un equipo grande.

Lucharon con garra contra un rival calificado. Por eso, tenían una victoria asegurada a falta de un minuto por jugar. Eso sí, el encuentro termina hasta que el árbitro pita el final.

Fue en ese último instante cuando Kenner Gutiérrez apareció para concretar el 2-2 definitivo y rescatar un punto bajo la inclemente lluvia que castigó con fuerza los 90 minutos.

Gutiérrez concretó un centro que se sacó de la manga José Andrés Salvatierra, quien fue punto alto en la Liga.

El fútbol es virtud y error; en esa confrontación, fueron parejos. El aguacero limitó el accionar de los dos clubes, aunque en la primera parte, cuando llovía con más fuerza, los blanquiazules tuvieron mayor dominio.

El control del balón fue muy difícil, por eso aparecieron las imprecisiones, algo normal por las condiciones climáticas.

El marcador lo inauguró el cartaginés de siempre: Rándall Chiqui Brenes.

A los 14 minutos, Chiqui no dejó caer el balón y canjeó un centro de Gustavo Díaz. Nada que hacer para el portero Patrick Pemberton.

Los manudos poco a poco emparejaron las acciones en el medio campo, pero sin peligro en el área rival.

Cuando parecía que los dirigidos por Javier Delgado se marcharían al...

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