Blindar contra las llamas a edificios viejos reta a CCSS

Las obras nuevas no representan mayor reto para la Caja en cuanto a protección de incendios; se construyen de acuerdo con la norma, y punto.

El verdadero desafío está en los hospitales viejos, es decir, casi todos los de la entidad.

Colocar sistemas de rociadores o ajustar estos edificios con estructuras cortafuego, implica sacar de operación, temporalmente, servicios hospitalarios.

Además, es muy caro. Por ejemplo, poner rociadores en el Hospital México le costaría a la Caja ¢3.000 millones.

Es la misma suma que la institución ha invertido del 2008 al 2014 en algunas medidas contra incendios.

Al no poder asumir todas las obras al mismo tiempo por su alto costo y complejidad, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) ejecuta un plan en tres fases con miras a que en el 2005 ya estén blindados contra las llamas todos los hospitales.

Ese plan es resultado de la ley 8828 del Cuerpo de Bomberos, que les permite a los edificios antiguos tener un cronograma de trabajo para cumplir la norma.

Y en eso están en la Caja, no sin pocas complicaciones, principalmente financieras.

Mary Paz Morales Ríos, del Programa de Seguridad en Incendios y Explosivos de la Caja, informó de que se encuentran en la segunda fase de ese plan.

Esta incluye la colocación de dispositivos de detección, alarmas y control de fuga de gas.

La parte de dispositivos de detección de fugas de gas, sin embargo, está frenada desde el 2009 debido a un proceso contencioso administrativo, informó...

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