Carlos Watson no se quiebra fácilmente ante la adversidad
Carlos Watson convive con dos realidades: está en el banquillo de uno de los clubes más populares del país y se encuentra superando una situación personal sumamente difícil.
Su esposa, Adilia Muñoz, falleció hace casi cuatro meses y el duelo por su pérdida es algo con lo que Watson coexiste a diario, pero cuando está en el club no parece pensar en lo sucedido. No da muestra de quebrantos, tampoco de lamentos, absorbe la presión y maneja al grupo como líder.
Las personas más cercanas a Watson en la institución morada dan fe de que el estratega posee una inteligencia emocional inquebrantable, que le permitió lidiar con la enfermedad de su pareja, con quien compartió 36 años de matrimonio.
Tampoco claudica con la exigencia de la afición: los títulos.
En el último año y medio, el timonel afrontó momentos complicados por las dos intervenciones quirúrgicas a las que tuvo que someterse Muñoz.
Simultáneamente, el experimentado entrenador hizo campeón al club en dos oportunidades, lo llevo a semifinales en otra ocasión y avanzó a cuartos de final del torneo de la Concacaf.
Su librillo. En los entrenamientos, es estricto, maneja un plan y vela por que se cumpla.
En su casa, dedica muchas horas al fútbol, al estudio de los rivales, a analizar videos y hacer análisis de resultados con un software contratado por el club, el cual tiene estadísticas muy específicas sobre sus dirigidos y sobre los adversarios. También se confiesa un fiebre de la lectura.
Luego de la partida de su esposa, nunca pidió un día de vacaciones extra y no se apartó del campo del juego ni de su vestuario; por el contrario, es el fútbol el que lo mantiene entretenido, al igual que su nieto Emerson, de un año.
Sus compañeros en el banquillo del Saprissa lo ven como ejemplo, por la forma en que salió adelante luego de un duro golpe emocional, de ese gancho al hígado que noquearía a cualquiera, pero que saca lo mejor de las personas para que se mantengan a flote cada día.
'Es una persona muy valiente, muy creyente. Se apoya en Dios y tiene una familia muy unida. No se puede salir adelante como él lo ha hecho si no tuviera a sus hijos (Nadia y Emerson) y a familiares al lado', manifiesta su asistente técnico, Víctor Cordero.
Este considera que la inteligencia emocional de don Carlos le permite dar vuelta de hoja cada vez que llega a una reunión, prepara un partido o empieza un entrenamiento.
'Muchos coincidimos y hemos hablado entre nosotros de que él (Watson) es muy preparado y...
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