Castillo Azul se ve mal mientras lo remodelan

Tétrico, solitario, abandonado por momentos, sin cortinajes, con reventaduras que surcan su fachada y algunas plantas que empiezan a brotar por sus paredes.Así luce por las noches el Castillo Azul, la sede de la presidencia del Congreso.De día, la vida vuelve al inmueble, cuando obreros contratados por la Asamblea Legislativa empiezan sus labores de remodelación de este edificio que es patrimonio histórico.La secretaria del Directorio legislativo, Rita Chaves, explicó que el edificio está desocupado para permitir los trabajos, presupuestados en ¢260 millones.En tanto, los miembros del Directorio debieron trasladarse a un rincón del edificio Sión, donde estarán los cuatro meses que duren las obras.La remodelación es independiente del proyecto para dotar a la Asamblea de nuevos edificios.El dinero es del presupuesto de la Asamblea, y no forma parte del proceso de...

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