Centros aseguran estar con las manos atadas

El centro educativo Bendito Jesús, en San Antonio de Desamparados, intenta saldar la deuda de más de ¢26 millones que mantiene con la Caja con la venta de un terreno.

Sus estudiantes son de clase media baja y, en no pocas ocasiones, han tenido que becar a algunos de ellos y hasta perdonar deudas para no interrumpirles el proceso educativo. Pero esto los tiene en crisis.

'Muchos colegios han tenido que cerrar porque las cargas sociales no se pueden sostener. Hay muchos padres de familia que al final nos quedan debiendo grandes sumas. Esto pasa mucho después del tercer trimestre: se van con deudas de millones.

'Es muy difícil sobrevivir para el colegio que atiende familias de clase media y clase media baja. Nosotros estamos arreglando un terreno abajo para venderlo y pagar esas deudas', expresó Ileana Guevara, subdirectora del centro, que lleva dos décadas de funcionar.

Ahí estudian, actualmente, unos 60 niños.

'Nosotras emprendimos el colegio hace 20 años con mucha ilusión. Sin embargo, no creímos que íbamos a llegar a lo que llegamos. Tenemos que cancelar las deudas. Esta situación está muy dura. ¡Quién va querer deberle a alguien; menos, a la Caja!'.

Rebeca Oreamuno, maestra y encargada de pagos del Jardín de Niños San Gabriel, reconoce abiertamente que desde hace dos años, enfrentan dificultades para saldar sus compromisos con la CCSS. Ellos deben más de ¢13 millones a esta institución.

Tal deuda, asegura Oreamuno, aumenta cada vez que alguno de los diez empleados acuden a los servicios de salud por atención.

'Cada vez que van a una...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR