China necesitará otro estímulo y pronto

YuYongding

P ekín. Desde noviembre del año pasado, tanto los economistas como los medios aclaman las reformas estructurales del lado de la oferta como una solución innovadora para las tribulaciones económicas de China. Después de todo, según la lógica propuesta, las políticas del lado de la demanda en forma de medidas de estímulo keynesianas solo son útiles para solucionar problemas de corto plazo y de demanda agregada.

Debido a que los problemas chinos son de largo plazo y estructurales, el país debe centrarse en la reforma estructural.

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El crecimiento del PIB se genera por la interacción entre el lado de la oferta y el de la demanda de la economía. Por ejemplo, la inversión en capital humano permite la innovación, cuyos productos generan demanda y, a su vez, crecimiento. Las políticas del lado de la demanda y los ajustes estructurales no son mutuamente excluyentes. En términos agregados, el crecimiento de la oferta determina el potencial de crecimiento, y el crecimiento de la demanda, el uso de ese potencial. Para cambiar la estructura económica y el patrón de crecimiento, primero se debe cambiar la estructura de la demanda.

Para China, el lado de la oferta debe recibir su impulso a través de la innovación y la creación, más que por un aumento de los insumos. Del lado de la demanda, el impulso debe provenir más del consumo interno que de la inversión (especialmente en bienes raíces) y las exportaciones. Como este cambio está resultando difícil, ya que los factores estructurales llevan a que la tasa de crecimiento potencial china de largo plazo caiga, la economía ahora parece encaminarse este año hacia una tasa incluso menor.

Todo sugiere que es necesario un continuo ajuste estructural en China. Pero la realidad es que China ha estado implementando ese ajuste desde hace tiempo, con resultados poco satisfactorios; esto indica que pueden ser necesarias políticas complementarias del lado de la demanda.

Además, aunque el menor crecimiento es inevitable debido al ajuste, existe un límite a la reducción que puede aceptar China para su tasa de crecimiento. Como el crecimiento chino ya ha alcanzado su mínimo de los últimos 15 años en 2015, es posible que ese límite no esté muy lejos.

Ciertamente, muchos creen que la tasa de crecimiento de China se estabilizará durante el segundo semestre de 2016. Si lo hace, los líderes chinos probablemente podrían concentrarse en el ajuste...

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