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Chofer y viajantes pasaron 2 noches en el cerro de la Muerte

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Vincent

'Salí de Paso Canoas a las 4:30 p. m. del miércoles con apenas dos personas; de camino, se fue subiendo más gente. Llovía demasiado desde que salí de Canoas (...). En Pérez Zeledón llamé al Tránsito (para conocer estado del cerro de la Muerte) y la respuesta fue: 'No sabemos; de momento está abierto'. Para ese momento, ya eran cerca de las nueve de la noche'.

Así inició su relato, vía telefónica, Andrey Solís Castro, chofer del bus número 37 de la empresa Tracopa, que viajaba el miércoles en la noche entre Paso Canoas y San José con 12 pasajeros y una bebé de tres meses. El autobús quedó atrapado en el cerro de la Muerte cuando la tormenta produjo derrumbes en la Interamericana Sur.

'Cuando empecé a subir, me topé una fila de tráileres parados porque había obstáculos de barro. Los logré pasar. Cuando llego a la vuelta de las Monjas, llamé a Edwin, mi compañero que venía de San José, y me dice que acaba de caer un derrumbe a dos metros del bus. Ya ellos estaban atrapados; así que pedí autorización para devolvernos', relató.

Dar vuelta en un bus de 58 pasajeros en el angosto tramo de la Interamericana Sur no era tarea sencilla, por lo que para regresar también debía buscar un lugar seguro.

'Buscamos un lugar donde pudiera dar la vuelta; mi preocupación era la gente. Cuando llegué después de El Jardín, me encontré otro derrumbe cayendo en ese momento. Eché para atrás; no tenía dónde dar vuelta. Las piedras caían y se escuchaba un estruendo muy fuerte de material cayendo. Retrocedí hasta encontrar un lugar seguro donde no estaban cayendo piedras', contó el chofer sobre el momento en que quedaron atrapados.

La primera noche. Fueron de las horas más difíciles de su vida. Según recuerda, por momentos, la gente se desesperaba y el temor los acompañaba, pero en la mayoría del tiempo procuraron mantener la calma.

'La primera noche fue terrible. Todo el mundo temblaba de frío; a la bebé le dimos...

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