Cinco milímetros y un milagro salvaron a niño de un proyectil

Un paciente de seis años con un proyectil en la base del pulmón derecho puso a correr a los médicos del Hospital Nacional de Niños. El proyectil era de un rifle de copas que funciona a presión.Aun cuando no tuviera pólvora, podía ser mortal, pues quedó a cinco milímetros de vasos sanguíneos conectados al corazón y los pulmones.Mientras un grupo de enfermeros conducía al niño a un quirófano, el médico Germán Guerrero y otros ocho profesionales se preparan para realizar una cirugía de urgencia en la pared torácica.Esta fue la escena el martes 20 de noviembre un día después de que ingresó el niño herido, luego de dispararse por accidente, con un rifle de copas, en Pueblo Civil de Golfito.Para sacar la copa, los médicos realizaron una 'generosa' incisión en el lado derecho del torso: 'desde la escápula hasta la axila'. Una vez que se logró acceder a la cavidad del tórax, los médicos 'desinflaron' el pulmón y lo desplazaron para buscar el proyectil.'Un proyectil alojado muy cerca de una estructura vascular con el tiempo puede migrar. Puede llegar al pulmón o, dependiendo del vaso donde queda, puede hacer un embolismo (coágulo de sangre), y llegar al cerebro', explicó el médico Guerrero.En este caso, dijo, el niño 'topó con mucha suerte' ya que el sitio de entrada fue en el tórax, a la derecha del esternón. En este caso, el proyectil perforó la parte más arriba del pulmón, conocido como el ápice.El tamaño del objeto, y dado que este tipo de proyectiles no genera una onda expansiva como otras balas, evitó que se diera mayor sangrado.'Sin embargo si perforó el pulmón y disecó hasta la base de donde salen los vasos, quedando a menos de cinco milímetros de la arteria pulmonar.'Si...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR