Clientes de mayor riesgo crecen más rápido que los deudores mejor calificados en el sistema financiero

Los deudores más riesgosos del sistema financiero y sus saldos de préstamos están en aumento y ese crecimiento es más acelerado que el de las operaciones menos peligrosas.

Entre octubre del 2015 y octubre del 2016, la cantidad de personas y empresas que tuvieron las calificaciones más bajas (por nivel de riesgo) subieron un 13%.

Ese comportamiento no es exclusivo de este año: entre el 2014 y el 2015 la cantidad de deudores con las ponderaciones más bajas aumentó un 32%.

Mientras tanto, este año, la porción de las operaciones menos riesgosas subió un 5%.

Junto con la cantidad de deudores, también aumentan los saldos que tienen en préstamos. Es decir, cada vez hay más dinero en créditos que se catalogan como de más riesgo (11%).

Las categorías de clasificación son ocho y se establecieron en el artículo 10 del Reglamento para la calificación de deudores de la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef).

De acuerdo con los datos remitidos por la Sugef, existen un total de 1,13 millones de deudores (personas físicas y empresas) en alguna de estas clasificaciones.

Estos clientes tienen operaciones crediticias por un monto de ¢19 billones.

Ese saldo ha venido en aumento, y en el último año el volumen de préstamos de las categorías más riesgosas lo hace a la misma velocidad (11%) que el resto.

Se trata de las operaciones con una mora con más de 60 días y en los que la capacidad de pago es deficiente.

Además, entre las operaciones con más problemas están las pertenecientes a deudores que se declaran en quiebra o concurso de acreedores, es decir, carecen en lo absoluto de una forma de pago de la obligación contraída.

Una mayor porción de deudores y de créditos con más riesgo tiene varias consecuencias en el sistema financiero.

La primera la perciben de inmediato las propias entidades, pues cuando un préstamo y su responsable caen en una menor categoría, el intermediario debe incrementar el nivel de estimaciones.

Por ejemplo, alguien que sea clasificado bajo la categoría D, le representa al acreedor una estimación (reserva) específica del 75% de parte descubierta (sin garantía) de la operación.

Deterioro

Javier Cascante, jerarca de la Sugef, reconoció que en los últimos años existe una tendencia consistente en el deterioro de los deudores.

Algunas de las razones que explicarían ese comportamiento son el sobreendeudamiento de las personas, el desempleo que ocasiona la pérdida de la capacidad de pago y el impacto de otras fuentes de...

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