Competencia perfecta: Efectos del crédito externo

A pesar de que el acceso al financiamiento es sin duda un factor que contribuye al crecimiento - de aquí la insistencia en políticas públicas que propicien la competencia, la eficiencia y la profundad del sistema financiero - ojalá las cosas fueran tan sencillas y pudiera simplemente recurrirse al endeudamiento gubernamental externo como el instrumento mágico que mejore las condiciones crediticias locales y, por esa vía reactive la producción y el empleo.El crédito externo es un mecanismo para facilitar el ajuste macroeconómico asociado con la urgencia de reducir el déficit y propiciar que el endeudamiento gubernamental regrese a territorios de sostenibilidad. Endeudamiento sin ajuste, es simplemente dejar pasar el tiempo con una bomba de relojería en las manos con la expectativa de pasársela a otros antes que explote, pretendiendo ingenuamente que la explosión no nos afectará.Pero hay otras dimensiones más sutiles. Como toda política pública, el camino que termina eligiéndose tiene siempre riesgos y costos y es importante tenerlos presentes, especialmente cuando son menos evidentes o sus efectos se perciben en un plazo mayor. Comprender adecuadamente las consecuencias de las decisiones tomadas puede ayudarnos a no repetir errores y descuidos pasados y evitarnos dolores de cabeza en el futuro.El que el Gobierno cubra sus requerimientos de financiamiento en el exterior también tiene implicaciones importantes sobre el mercado cambiario, no solo en su dimensión nominal, sino que, además, en su papel en la asignación de los recursos en una economía abierta, es decir, entre los sectores que compiten con el resto del mundo (exportaciones y productos que se disputan el mercado local con las...

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