Compradores inundaron los sitios de venta previo al sorteo

El ejército de chanceros encargados de repartir el Gordo navideño se enfrentó, a pocas horas del sorteo, a una oleada de clientes que no quería quedarse sin comprar lotería.

Al mediodía, todos los puestos del centro de Coronado, en San José, estaban rodeados de compradores, quienes se empujaban entre sí para poder ver la oferta que quedaba expuesta sobre las mesas: casi todas eran fracciones entre el 60 y el 98.

Para ese momento, las posibilidades de encontrar una cifra baja eran muy escasas: a pesar de que todos los números tienen siempre la misma oportunidad de salir favorecidos, los clientes los prefieren ampliamente.

'La gente tiene muchos agüizotes. La fecha, la edad de los chiquitos, los cumpleaños? Es raro que alguien pida altos', aseguró Cecilia Rodríguez, quien usó los alrededores del parque de Moravia como punto de venta.

Aun así, los optimistas recorrían varios puestos, preguntando por su número de la suerte. Los más fieles a la superstición lo compraban en cuanto lo encontraban, aunque implicara pagar mucho más de los ¢1.750 que estableció la Junta de Protección Social (JPS). Quienes se negaban a pagar el sobreprecio, preferían comprar cualquier fracción, muchas de ellas a...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR