'Cualquier aguacerito da miedo; no tenemos paz'

Tarrazú. Las mañanas soleadas son un alivio para los vecinos de Canet de San Marcos de Tarrazú, quienes aprovechan para ir a sus viviendas a traer ropa o, simplemente, velar por sus pertenencias.

Sin embargo, por las tardes la lluvia se convierte en un dolor de cabeza, por el temor a un nuevo deslizamiento.

'En los últimos días, Canet ha sido como un pueblo fantasma, la gente está reubicada en albergues y, aunque las aguas han bajado mucho, cualquier aguacerito da miedo; ya no tenemos paz', relató Miguel Hidalgo, vecino de la zona.

El sentir de Hidalgo se repite en varias personas de Tarrazú, un cantón que estuvo aislado durante cinco días debido a los derrumbes que se presentaron en las vías de acceso por las lluvias provocadas por la tormenta tropical Nate.

El ingreso hoy es restringido, pero se puede llegar por León Cortés y El Empalme.

Las huellas del desastre permanecen en la zona: constantes aludes, laderas lavadas y ríos crecidos reflejan la situación que afrontan los vecinos.

En el centro de San Marcos, un albergue reúne a vecinos de Canet, quienes esperan los resultados de análisis hechos por un geólogo para saber si pueden regresar a su casa.

El otro...

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