Niños gordos, cuentas gordas

Leer que la Cámara Costarricense de la Industria Alimentaria demandó al Ministerio de Educación por prohibir la venta, en las sodas escolares, de gaseosas y productos con exceso de grasa, sal y azúcar, nos hace sentir como si el pulpero nos hubiera demandado porque decidimos dejar de fumar. En qué momento en este país no solo se instauró la impunidad, sino que más encima ahora se pretende penalizar el derecho a defenderse. Nadie está imponiendo una 'ley magra', como hubo en los Estados Unidos una ley seca. Quien quiera grasa y calorías (aferrado a su convicción de que vacías serán, pero sabrosas), está en su derecho a consumirlas, y amplias son las puertas de los templos de la gula. Cada adulto que cebe como le plazca su diabetes.Pero los escolares son un público cautivo, hambriento e inocente. Y la Caja no tiene por qué desangrar en el futuro los fondos públicos combatiendo enfermedades tan evitables como odiosas, tan solo para que engorden, mientras engordan nuestros hijos, unas cuentas privadas...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR