Dí­as difí­ciles en la eurozona

Thelmo VargasLa historia reciente muestra muchos enfrentamientos sangrientos entre países europeos. Dos grandes guerras, con diferencia de solo 20 años entre sí, lo atestiguan.Sin embargo, cuando la Segunda Guerra Mundial terminó, los líderes políticos del momento (en particular Winston Churchill) consideraron que la Unión Soviética y su régimen comunista representaban un enorme peligro para las democracias occidentales. Por eso, comenzaron a idear alguna forma de 'cooperación' económica que, trayendo progreso generalizado, lograra re-unir a las potencias europeas bajo un proyecto común. Así nació el Mercado Común Europeo.Más adelante, en la década de 1980, se pensó en la conveniencia de contar, además, con una unión monetaria que redujera los costos de transacción (vender y comprar divisas), y que hiciera de Europa algo así como los Estados Unidos de Europa pues, juntas las economías, su producto interno bruto era tan grande como el de su contraparte en América. Eso sí, dicha unión monetaria debía garantizar la soberanía de los países que la conformaran, lo cual introdujo una pequeña pero importantísima diferencia respecto al modelo de los Estados Unidos.Para que la unión operara, era necesario que las políticas económicas básicas de los países convergieran. Eso se lograría con la adhesión a las normas de Maastricht, que exigían a los países miembros del euro lo siguiente: (a) orden fiscal, que llevara a que el déficit nunca fuera superior al 3% del PIB; (b) operar con una inflación bajísima, no más alta que la del promedio de países que menor inflación tuvieran en el área y (c) que el endeudamiento público no pasara del 60% del PIB. ¡ So far so good !No todos los países de la Unión Europea (UE) optaron por la moneda común. Como se sabe, Suecia, Inglaterra y la República Checa (entre otros) no tienen como moneda el euro. Pero los que sí lo adoptaron, consideraron que eran miembros de un distinguido club, donde todos serían iguales, lo cual les ayudaba a obtener financiamiento externo con facilidad y a vender y comprar, sin mayores obstáculos del diseño humano en toda la eurozona. En 1998, el euro emergió como moneda de cuenta y en el 2000 como moneda física.No tan bien'Y pasó el tiempo y vino el tiempo', como dice el tamborito panameño. Resulta que no todos los miembros de la eurozona cumplieron sus compromisos de Maastricht. También vino la crisis subprime , que se inició en los Estados Unidos pero contagió a bancos europeos. Y se destapó algo que no...

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