Dé a su hijo esas 'comidas difíciles' sin referirse a sus propiedades

¿Le cuesta que su hijo en edad preescolar coma espinacas o cambie el refresco gaseoso por una bebida natural de frutas? Si esto sucede pese a que usted siempre le recalca lo beneficiosos que son esos alimentos para su salud, quizá ese sea justamente el problema.Tal vez el mencionar una y otra vez sus beneficios nutricionales, sea la razón por la cual ellos los rechazan.De acuerdo con las conclusiones de un reciente estudio realizado por las universidades estadounidenses de Northwestern y de Chicago, la solución está en colocarlos con naturalidad en su plato sin darles ninguna explicación.El reporte, publicado en la revista Journal of Consumer Research , asegura que si se subrayan los beneficios de la comida, el niño tendrá la percepción de que los alimentos no serán sabrosos, por lo cual los rechazará o hará una rabieta antes de ingerirlos.'Los padres que luchan por lograr que sus hijos coman una dieta más saludable, podrían tener mejor suerte simplemente sirviendo la comida sin decir nada sobre ella o (si es creíble) enfatizando lo sabrosa que es', explicó, en un comunicado de prensa, Michael Maimaran, uno de los investigadores.'No le diga: 'Esta carne te hará más fuerte' o 'esta fruta hará que no te enfermes'. Es mucho más eficaz ni...

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