Deceso de Gabriel Badilla desgarró corazón de los aficionados del fútbol nacional

Unos llegaban en silencio, otros lloraban al ver el féretro de Gabriel Badilla en el estadio Ricardo Saprissa y algunos se quedaron afuera del reducto, dándole serenata al Gladiador.

Así transcurrieron las primeras horas de la vela del defensor, quien convocó no solamente al pueblo morado para que le dieran el último adiós; también hubo personas que acudieron vestidas con las camisas de Alajuelense y Herediano.

No importaba el frío, la lluvia y la extensa fila para entrar al inmueble. El único requisito para los aficionados era que no tomaran fotografías por respeto a los familiares de Badilla.

Desde las 4:30 p. m. y hasta las 10 p. m. imperó el orden en la Cueva, pero abundaba la mezcla de sentimientos encontrados. Unos pensaban en los mejores momentos de Gabriel con la S , otros se declaraban sus más fieles admiradores y muchos se desmoronaron al caer en cuenta de lo que pasaba, que no era mentira, que de verdad, el capitán había partido.

Una señora que ronda los 75 años fue muy expresiva a la hora de despedirse del jugador.

'Gracias papito, gracias por todas las alegrías, te amamos', le gritaba al ataúd en el que reposaban los restos de Badilla.

Un seguidor de la Liga, con la camisa de rayas rojinegras alzó sus brazos y comenzó a orar.

Algo similar ocurrió con un aficionado de Herediano, quien afirmó que en este momento los colores quedan de...

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