Déficit fiscal

Este concepto alude a la diferencia entre los ingresos totales del Gobierno Central con respecto a sus gastos totales.

Los ingresos totales están representados, principalmente, por la recaudación de impuestos, siendo los más importantes en el año 2017, el impuesto de renta o utilidades, con un 36% del total recaudado y el impuesto de ventas con un 33%.

En términos absolutos, los ingresos totales del Gobierno fueron $8.400 millones durante el 2017, una suma equivalente al 14,5% del valor de la producción total anual del país (el producto interno bruto, el PIB) y lo preocupante es que decrecieron en 1,2%, en comparación con 2016.

Los gastos totales están representados por los gastos ordinarios en la compra de bienes y servicios, así como en los gastos de capital que representan las inversiones en obras de infraestructura, educación, salud, etc.

Al 2017, los gastos fueron por $10.200 millones, equivalentes al 17,6% del PIB y con un crecimiento respecto al 2016 del 3%.

A la diferencia entre los ingresos y los gastos ordinarios, se le llama el déficit fiscal primario y representó $1.800 millones, con un preocupante crecimiento del 29% respecto al 2016. Este diferencia es de 3,1% del PIB.

Si además se le agregan los intereses por la atención de las obligaciones que ha tomado el Gobierno, tanto a nivel interno como externo, para cubrir estos faltantes anuales, se tiene que dicha carga representó una suma similar de $1.800 millones, el equivalente al 3,1% del PIB.

A la suma del déficit primario más los intereses, se le denomina el déficit fiscal o déficit financiero; es decir, para el año 2017, 6,2% del PIB, unos $3.600 millones de dólares.

Sin una reforma fiscal seria, lo cual significa un aumento de los ingresos por la vía de...

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