Los desaciertos siguen en el futbol nacional

Uno cree que, a estas alturas, ha visto ya toda clase de tonterías en el mundillo de la dirigencia criolla del campeonato de bola. Sí, 'torneo de bola', pues futbol sería mucho decir.Pero, en honor a la verdad, hay que decir que quienes están al frente de los clubes del balompié costarricense tienen una capacidad para meter la pata que deja boquiabierto al más pintao.Luego de un 'bololó' lleno de papeles, trámites, nombres de fantasía e intentos fallidos de ventas (nadie quiere comprar un muerto lleno de deudas), los administradores del cadáver Liberia Mía vuelven a sorprender.La nueva y nefasta idea consiste en llevar ese cascarón a la Primera División, con el nombre de Guanacaste FC usando, ni más ni menos, los colores oficiales de la provincia pampera: rojo y verde.Ese intento por buscarle acomodo en la máxima categoría al hijo salido de las entrañas del ' sotelianismo', un parto de ingrata memoria en la Ciudad Blanca, choca directamente con los esfuerzos de un grupo de nicoyanos, quienes revivieron exitosamente la organización de un plantel inscrito legalmente en el Registro Nacional con dos nombres de sociedades anónimas deportivas: Fusión Guanacasteca F. C. y Deportivo Guanacaste F. C.¿Permitirá la Unafut la militancia de un club con, prácticamente, el mismo nombre e idéntica...

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