Desorden estatal provoca el 'reciclaje' de precarios

El Estado invierte recursos en dar casas a los habitantes de precarios sin asegurarse de la recuperación de terrenos y la eliminación de los tugurios anteriores.Esta situación propicia nuevas invasiones y que los beneficiarios vendan o alquilen sus ranchos a otras familias, según admitieron autoridades de Vivienda.'Ha faltado que a quién le corresponda asuma la responsabilidad, sentenció Juan de Dios Rojas, gerente general del Banco Hipotecario de la Vivienda (Banhvi).'Por ejemplo, si nosotros erradicamos un precario de un predio municipal, le toca a la Municipalidad que se eliminen los ranchos y tomar posesión de ese inmueble para evitar que se vuelva a llenar de ranchos', añadió Rojas.La ausencia de coordinación hace menos visible la inversión del Banhvi que, entre el 2009 y el 31 de agosto pasado, otorgó ¢14.000 millones en bonos comunales y bonos para la erradicación de tugurios.Otros ¢8.200 millones están pendientes de ejecutar.Los dineros provienen de la recaudación del impuesto solidario que pagan los dueños de casas que cuesten más de ¢121 millones.'Necesitamos trabajar de la mano con los gobiernos locales porque debe haber una administración que esté interesada en darles mantenimiento a las obras y continuar con el esfuerzo posterior a que el Estado central haya hecho su inversión', afirmó Ana Cristina Trejos, viceministra de Vivienda.Franklin Solano, investigador de la Fundación Promotora de Vivienda (Fuprovi), coincide en que las reinvasiones de precaristas son un problema que el país no ha podido resolver.'Yo trabajé hace 26 años en Fuprovi erradicando el precario Patio de Agua en Coronado, eran 52 familias que se reubicaron. Las familias no se habían...

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